Hoy Mané ya no espero nada,
me dedicaré al más viejo oficio que tiene la vida:
al viejo oficio de vivir.
Continuaré creyendo que aun me amas,
que eres mía, que sigo en ti.
Tan sólo veré pasar ante el espejo a mis agotados años,
esperaré a que mis cansados brazos pierdan fuerzas
de querer abrazarte.
De que querer protegerte, de otorgarte calor.
Sabes Mané sufro un hastío al decirte esto,
mis labios tiemblan, mis ojos mueren,
en mi alma hay un momento de soledad.
Sabes que tengo tantas cosas para darte
que se están marchitando en mí.
Creo que es necesario reflexionar, re encontrarnos,
dar marcha atrás.
Nuestra dicha, los años vividos,
y lo que amamos bien valen la pena.
Intentemos de nuevo lo merecemos,
lo necesitamos… por nuestro Amor.
© Armando Cano
- Autor: Armando Cano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2012 a las 16:24
- Categoría: Amor
- Lecturas: 112
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, valy omra
Comentarios2
UN BELLO Y HERMOSO POEMA DE VITALIDAD AMOROSA
SALUDOS
El amor siempre prevalece al final , ningún dolor o zozobra es en vano !!!
Cariños
VALY
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