El tiempo se vuelve eterno, en reposo,
al interrumpir mi azaroso andar:
me dona flores que tomo gozoso
en jardines de paz espiritual.
Fue un segundo, un instante luminoso
el que me liberó de soledad,
me puso en el camino fervoroso
y me implantó presto en la eternidad.
Dirimo ahora las radiantes flores
de un aposento que henchido de soles
me regaló amor y todo cuanto anhelo.
Por mi fuente de luz, Dios, puro y santo
mi alma canta con la razón del canto
las nuevas maravillas bajo el cielo.
- Autor: Latino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de septiembre de 2009 a las 23:12
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 155
Comentarios5
Buenísimo tu poema, felicitaciones.
Un abrazo. Ruben.
Bellísimo poema, mis felicitaciones.
Contagia una gran serenidad.
Un abrazo cordial.
MUY BELLO POEMA, SENCILLO Y HERMOSO.
SALUDOS LATINO, UN PLACER LEERTE AMIGO.
UN ABRAZO
Que hermoso amigo poeta.
Me imaginé por un momento, navegando en ese cielo henchido de soles.
Besos.
Susana
Mi querido Latino, tu soneto maravilloso, plasmas muy hermoso tus sentires...Felicitaciones.
Un beso.
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