El amor habla mucho y poco hace, es presuntuoso y para nada consecuente,
sus piernas apenas lo mantienen. Es sólo gracias a su mejor amiga, la memoria,
aquella tan obstinada e involuntaria, que sobrevive. Sin embargo ambos son impotentes ante las tres bestias: costumbre, distancia y tiempo.
Genuinas bestias del infierno, mucho más temibles que la invención e imaginación apocalíptica bíblica o las parcas de la mitología griega. Estas son insaciables, inexorables, incansables, invencibles... Monstruos, monstruos que silencian a mordidas sanguinarias a la memoria y aplastan implacable con su colosal mano al tímido amor.
- Autor: Nadie ( Offline)
- Publicado: 29 de abril de 2012 a las 19:58
- Comentario del autor sobre el poema: Utilización de la personificación ad nauseam. Un mero juego, provocador e irreverente.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8400
- Usuarios favoritos de este poema: Romanticologo
Comentarios3
Es todo cierto, el amor sobrevive gracias a la memoria, pero debe enfrentar a tres bestias: la costumbre, la distancia y el tiempo. Me gustó leerte compañero.
Un abrazo, saludos
HERMOSAS LINEAS AMIGO ... A MI ALMA LE AGRADÓ ...
BENDICIONES
Es interesante ese cambio de cuerpo, de mundos, esa personificación que expresas y le da un sentido de analogía con la realidad del amor, con la realidad del olvido y esos monstruos, el tiempo y la distancia; y había otro "Costumbre" todo esos complementos tienden a amarrar al amor o a desnudarle hasta quitarle la vida e borrarle... es interesante...
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