Yo valgo más que tú, yo pulo el verso
y sé cantar en la florida aurora
y en la noche callada la sonora
palabra de verdad, el universo.
Me fue la vida cual puñal perverso
que se clavó en mi carne gemidora,
me fue la joven ilusión traidora
y amé tu nada. Y en el espejo terso
del lago del ensueño al resquebrarse
cortó en mi pecho la profunda veta
de la razón, que tarda ya en cerrarse.
¡Oh, vida! Deja que descanse quieta,
que la mujer por la que va a extenuarse
no es digna de los sueños de un poeta.
Josefa Murillo
- Autor: Poethas ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2012 a las 00:27
- Comentario del autor sobre el poema: Josefa Murillo Carlín (1860-1898), fue una poeta mexicana, quien desde pequeña se distinguió en su círculo familiar por su habilidad para versificar. Cuando tenía 15 años se conocieron sus primeras composiciones, mismas que firmó con el seudónimo de Xóchitl. Por su sensibilidad poética se le ubica en la corriente del Romanticismo, al lado de grandes escritores mexicanos. Luis G. Urbina la llamó "Ave que canta suavemente sus melodías". El presidente de México, Benito Juárez García, y el poeta, Salvador Díaz Mirón la admiraron y le reconocieron su inobjetable talento artístico. Su habilidad para aprender idiomas era extraordinaria. Cuando llegaban los indígenas oaxaqueños y mixtecos al corte de caña, eran alojados por su padre en los corredores de su casa, por lo que Josefa podía platicar con ellos. De esa manera, aprendió el idioma zapoteco, que hablaba con fluidez. Esta persona es para la juventud mexicana una maestra, aunque jamás haya estado en una escuela como tal. Josefa, como mujer, supo del amor, real y trágico. Su corazón de novia no pudo realizar su íntimo deseo, el sueño mas puro de su juventud que dejó en su espíritu una herida que jamás cerró por la diversidad de la vida. Ella, la novia enamorada, sufre la muerte de su amado. A partir de ese momento, su poesía es apasionada y triste. El dolor hace presa el alma de Josefa, la poetisa escribe al amor y al dolor. Canta al arroyo, a la arena de la playa y también a las estrellas del universo, sin olvidar su patria y su fe cristiana. Sentimiento humano y naturaleza cobran existencia en las imágenes de sus versos. Sabemos de ella, por su poesía, que recoge su pensamiento y su sensibilidad humana. Su lírica sencilla, auténtica y bella guarda en su expresión un carácter estético.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
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