Entre sabanas y con historias para mil libros,
compañero de veladas tórridas y otras obligadas,
cumpliste tu misión en ocasiones frías
y otras tantas desde el suelo,
solo el espejo te dio la mano.
Sonríes ante los gritos de una venida
adquiriendo para si la huella de un feliz final,
firmado con gotas de placer y suspiros,
juntos a resuellos regocijados
en altas temperaturas corporales.
Eres escenario de burlonas conversaciones
y de engaños placenteros.
Sosiegas ímpetus
y te conviertes en cómplice de amarguras.
Toma una pluma y publica memorias
pero no busques la mía,
mi venganza sería cruenta
y solo en las plazas me quedaría,
ya no alimentaría tu ego de historias mudas.
Mejor calla y sométete a tu labor
de cubrir historias de placer y amor.
A quien importa el desliz de esa esposa infiel
o aquel amante ya sin fuerza
que labra mil excusas
ante una historia no concluida.
- Autor: Xisquio ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2012 a las 18:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: PoetaTriste
Comentarios1
Hermoso
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