Tan misteriosa como la noche,
tan enigmática como la Luna
¿por qué apareces bella y sempiterna
cuando el mar y su bruma
cantan al cielo estrellado sin reproche?
Ven a mí cuando el Éter calle,
– cuando el silencio hable
y las estrellas dancen –
¡O, Excelsa blancura!
Ven a mí cuando fenezca el crepúsculo;
sigiloso, me fundiré contigo
con Diana de testigo.
Ven a mí cuando desees,
sólo no te marches sin antes despedirte:
con un beso;
un beso que robe todo rastro de mi mente;
me haga desvariar y caer en tus manos, rendido.
¡Un beso gélido…
sabor a muerte!
- Autor: G. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2012 a las 05:01
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios3
GENIAL Y HERMOSO POEMA CON RITMO Y GRACIL VERSO
SALUDOS
¡Muchísimas gracias, Hombre de la Rosa! Un placer teneros por mis letras.
¡Abrazos fraternales!
Un poema que se siente el vibra de tus emociones.
Vibra tanto como esta mano sedienta de hacerle el amor al papel.
¡Muchas gracias por deambular en mis lares, Magali!
G.
Bello G, un amor muy intenso.
Abrazos
¡Gracias, Nuria!
¡Muchos besos!
G.
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