Popocatépetl, brama profundamente,
rojamente
blancamente.
Cuando tú seas antiguo
más todavía,
malsana angelical
será tu lava en tezontle.
Sufre simplemente
una fábrica de vapores
y descansa
los baños de mediodía.
Esta ciudad y la otra ciudad
en la sagrada sepultura
de tus manos que son nieves.
Conorado del capricho
y del coraje a punto
que la lluvia sea esta noche
la oscuridad de tu romance.
Que termine ya tu cruz.
Las enaguas de Iztaccíhuatl
ya son
secas placas de las olas terrenales
no la sangrienta calentura que tuviste en el refugio de la esperanza de aquel entonces.
- Autor: Eduardo Urueta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2012 a las 16:27
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 284
- Usuarios favoritos de este poema: PoetaTriste, Jose Monnin elpoeta
Comentarios4
Hola muy bello Poema que placer leerte,
el escrito está bello me ha gustado mucho
te mando un fuerte abrazo para ti
Un Cálido abrazo me alegra pasar por aquí
Muchas gracias.
Recibe un abrazo.
Gracias de verdad.
mUY BUENO AMIGO. uN ABRAZO
Be llí si mo!!!!!!!!!!!! que más te puedo decir, es un poema hermoso, legendario en mi parecer.
Abrazos peque
Muchas gracias Nuria.
Te mando un beso.
Gracias por decir lo que dices.
Pues si hay muchas personas que tenemos un especial apego por estas dos montañas, nos han dado una magnifica vista nos acompañan en nuestras vidas, nos identificamos con ellas todos los del altiplano mexicano, me gustaría que leyeras el mío sobre Iztaccihuatl, seria un honor tener tu comentario. Saludos afectuosos
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