La había buscado por mucho tiempo,
la había soñado con mucho anhelo;
con gran paciencia sobrio y atento
siempre esperaba mi gran momento...
Un día normal, de esos pasajeros
llegue a un lugar muy cálido y tierno,
y como hechizo de toque inmerso
me vislumbró con un dulce gesto.
La había encontrado, ahí estaba ella;
era mi musa de aquellos sueños,
con su mirada tímida y tierna,
con su sonrisa de amor ingenuo...
Gemela es su alma junto a la mía,
le dije tosco y un poco tenso;
ella muy tierna se sonreía
y me expresaba su amor ¡inmenso.
Tendí mi mano para contarle
mi larga historia y mi travesía;
ella sonriente tendió la suya
dijo llamarse Dulce María.
Que gran sorpresa nos da la vida
cuando anhelamos de corazón;
todo ese amor que dios nos inspira,
de pronto llega con gran pasión.
- Autor: Argequin (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2012 a las 06:58
- Comentario del autor sobre el poema: Mucho tiempo sin escribir, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena... Saludos para todos mis amigos del foro, espero no volver a dejarlos por mucho tiempo... Este poema está dedicado a una persona muy especial... Tan especial como mi vida misma!!!
- Categoría: Amor
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
GENIAL POEMA LLENO DE RITMO Y PROSA LITERARIA AMIGO.
SALUDOS DE AMISTAD
Y asi es, mi amigo... el verdadero amor llega cuando menos se le espera!
Que bella entrega!
Abrazos!
Rocio
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