Es un día como todos aquellos en los que me asfixia la rutina y el hastió en mi existir haciéndome sentir menos que un robot, camino sin rumbo fijo deseando que transcurra la tarde, no tengo la intención de llegar a mi casa y encerrarme entre esas cuatro paredes remarcándome el vació que hay en mi, todo se ha reducido a comportarme como un ermitaño que no tiene algún motivo espiritual para sentirse pleno.
Camino aturdido por tantas ideas vacilantes en mi cerebro, de repente escucho campanadas cercanas que me incitan a seguir el origen del llamado tan especial a los fieles a un rito, entró en el templo, al sentirme envuelto en el silencio tan especial, me invade una sensación de querer desahogar mi interior en el recinto, pero no recuerdo alguna oración que me enseñaron mis padres, me avergüenzo, pero me envuelve una fuerza interna que me impide dar marcha atrás, cobijado por un silencio y religiosidad del santo recinto.
Me detengo ante el umbral de la cruz y postrado a tus pies, me recibe la calidez de la mirada dulce del cristo crucificado, haciendo vibrar mi alma, siento ganas de llorar por la vergüenza de no merecer tu mirada llena de paz y comprensión infinitos, que me preguntan ¿Que te aflige y perturba tu corazón? se empaña mi vista con lagrimas de remordimiento, no me siento digno de encontrarme con el brillo de tus ojos,
¿Como puedo tener la osadía de pedir mas de lo que me has dado y quizás no lo merezco? Sí mi egoísmo me ha vuelto un ser muy despreciable, mira mi cuerpo que tan perfecto lo hiciste y solo por mis excesos he ido destruyéndolo, también me obsequiaste un corazón con la capacidad de amar semejante al tuyo, y mezquinamente se ha vuelto mas insensible que a todos los seres importantes en mi vida, los he lastimado y se han alejado de mi.
Tú como padre misericordioso, aunque falle no me olvidas, tienes fe en mi y confías que algún día me encamine y viva de acuerdo a los preceptos que tus nos has enseñado.
Agradezco estos momentos de acercamiento y consuelo para mi, pues me sanas en esta vida vacía el saber que me escuchas y mi alma se reconforta…. Solo te puedo decir padre… no me abandones, ilumina mi existencia con valores espirituales que me hagan mas humano y desaparezca en mi el egoísmo que me ha estado destruyendo…… Gracias padre mió.
- Autor: tony soto flores (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2012 a las 13:36
- Comentario del autor sobre el poema: ES UNA PEQUEÑA ORACION MUY PERSONAL, OJALA Y SEA ENTENDIDA... SALUDOS A TODOS
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Winda
Comentarios2
Bello y hermoso poema amigo Yony Soto Flores con ritmo y garra poetica.
Es un placer leerte.
Saludos
Toda oración por más personal que sea es escuchada. Dices muchas cosas haciendo una especie de catarsis. El lo ve todo y creo que es apropiado que uno sea lo más sincero al orar.
Saludos
UN GUSTO QUE TE TOMES UN TIEMPO PARA LEER MIS LINEAS... Y SOBRE TODO TU COMENTARIO TAN ACERTADO.... UN ABRAZO.
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