A LAURA
Laura mía: ya sé que no lo eres;
mas este amor, que ha sido flor de un día,
se olvida a solas de que no me quieres
y, en medio de mi bárbara agonía,
¡te llama a gritos, con el mismo grito
de aquellos tiempos en que fuiste mía!
Yo necesito hablarte, necesito
saber por qué me arrojas al destierro,
de tu perjuro corazón proscrito,
cuando, feliz en su adorable encierro,
al ideal querido me acercaba,
con fe sublime y voluntad de hierro;
cuando mi voz triunfante te aclamaba
¡y ya mi pobre alma,
con las alas abiertas te aguardaba!
Yo aun te defiendo, porque tú eres buena
y de tu dulce corazón no pudo brotar
la amarga hiel que me envenena;
de esta espantosa realidad aun dudo
y no sé quien me preparó, cobarde,
por detrás y a traición, el golpe rudo.
Ya es tarde, Laura: por desgracia es tarde;
mas si estás inocente... ¿por qué muda,
si aun la pasión en mis entrañas arde?
Prestárame tu voz su noble ayuda,
cuando al altar de nuestra fe sencilla
cubrió el velo de sombra de una duda...
La luz se impone: la inocencia brilla...
¡tú bien pudiste disipar la sombra,
hija del sal trigueño de Aguadilla!
¡Aun tu silencio criminal me asombra!
¡aun hay un labio, a la traición cerrado,
huérfano de tus besos, que te nombra!
¡Aun me acuerdo del ángel malogrado,
verbo de nuestro amor, como el hijo de Dios,
concebido sin mancha ni pecado!
Aun al ángel en sueños me dirijo...
¡larva de luz, que en el sutil capullo
no sintió de la vida el regocijo!
¡Aun me enardece el lánguido murmullo
que repercute el eco, en mi memoria,
de tu primer voluptuoso arrullo!
Tú sabes bien que es dulce nuestra historia
y que esta tumba, a que el amor me lanza,
fue cielo un día y comenzó en la gloria.
Mi pobre corazón es siempre el mismo.
¡Ángel guardián, que con temor me augura
la presencia secreta del abismo!
Pero ¿quién, que haya visto tu hermosura
sabe si es luz de sol o de centella
la que en tus ojos de mujer fulgura?...
Agita en ti la muerta remembranza
de aquel momento, del momento triste
en que puse en tus manos mi esperanza,
¡y te verás culpable! Sí, lo fuiste...
No sé par qué presentimiento extraño
yo quise huir... y tú me detuviste.
Recia batalla el día del engaño
libraron el amor y el egoísmo,
que adivinaba mi futuro daña.
¡Cuidado que eres cariñosa y bella!
¡Qué tarde aquella le de aquel gran día!
¡Qué día aquel el de la tarde aquella!
¡Aun vive en mis oídos la armonía
con que la danza comenzó gimiente,
como una niña enferma que sufría,
y en mis ojos tu imagen sonriente,
como un ángel asido por un ala,
del brazo mío y de mi amor pendiente!
Mi dolor es horrible; pero exhala,
como el opio que abate y se sahúma,
su ardiente esencia en vaporosa escala.
Y, esperando que mi alma se consuma,
absorbo, en el recuerdo adormecido,
el tósigo que brilla y que perfuma...
¡Ay, porque va mi corazón herido
muriéndose de frío, poco a poco,
como se muere un pájaro sin nido!
Porque aun te quiero y mi dolor sofoco
en medio de este malestar sublime,
tengo accesos de furia, como un loco,
en que el león enamorado gime...
¡y una venda de sangre, que me ciega,
y una cosa en el pecho, que me oprime!
En la callada y pertinaz refriega,
que pensamiento y corazón sostienen,
triunfa el delirio y la razón se entrega.
Dulces recuerdos a alentarme vienen
de mis benditos lares borinqueños,
que algo del fuego de tus ojos tienen,
y, del incendio que provocan dueños
te hacen surgir: entre las llamas brillas,
vesta inmortal del templo de mis sueños.
¡!y cae el pensamiento de rodillas
vencido, al fin, y en largo desvarío
te jura el pobre corazón que humillas
que, hasta que sienta de la muerte
serás tu mi alimento cotidiano,
pan de azucena del anhelo mío!!
Mas, no por eso me verás, villano,
en aras de este amor que me atormenta
sacrificar mi dignidad en vano.
Yo sé luchar: la juventud me alienta
y tengo, a fuerza de correr los mares,
la frente acostumbrada a la tormenta.
Y si no puedo, en bien de mis pesares
lanzar tu efigie de mi pecho inerte,
como se arroja a un dios de sus altares,
sabe que a los sarcasmos del la suerte,
más débil sigue el corazón latiendo,
pero también la voluntad más fuerte.
No temas verme sucumbir; comprendo
que hay una sima entre los dos abierta,
y ha de estar siempre, ante el abismo horrendo
el centinela del honor alerta:
no temas, pues, que el desdeñado altivo,
limosnero de amor, llame a tu puerta!
Y si te escribo, Laura, si te escribo,
es que no puedo padecer ya tanto
sin dar a mi amargura un lenitivo;
¡es que me ahoga y que me ciega el llanto
y, cual huyen del rayo las gaviotas,
huye del alma tormentosa el canto,
que se revuelca, en abrasadas notas,
con el dolor del águila viuda,
que cae del cielo con las alas rotas! ...
No es que mi pena, que mi pena aguda,
como a un sepulcro, a remover el fuego
del amor muerto, a tu piedad acuda,
ni a reclamar el juramento ciego
que, pálida de amor, me hiciste un día
con voz tímida y leve, como un ruego....
¡Es que entona su ultima elegía,
canto de cisne, doble de campana,
esta pasión asesinada mía!
¿Y tú, en tanto, qué piensas?... Si mañana
la luz extinta a resurgir volviera,
siniestra luz que del carbón emana,
¿saldrás indemne y pura de la hoguera?
¡tal vez vuelve la vida a los desiertos
y torna al alma la ilusión primera!
¡Cuidado, Laura! que los sueños muertos
ángeles catalépticos que agitan
sus alas en la sombra, están despiertos
y a los reclamos del amor se irritan...
¡Entiérrame muy hondo y ten cuidado,
que los muertos resucitan!
Pero no podrá ser: miro asombrado
que aquella de una noche breve historia
fue una leyenda , que ha acabado.
Ficción no más, relámpago de gloria
que encendió en ml un altar y que ha tenido
cuna en tus ojos, tumba en tu memoria.
Echa tú el cuento al olvido
y no turbe tus goces el desvelo
de éste, que es tuyo, corazón rendido.
Vive tú: muera yo: nunca mi duelo
te asalte en sueños, cual visión extraña...
¡y que Dios te perdone desde el cielo,
como yo te perdono desde España!
DE JOSE DE DIEGO
adaptado por V T Solano
- Autor: Victor T Solano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2012 a las 03:30
- Comentario del autor sobre el poema: Poema escrito por mi compueblano Jose DE Diego en 1888 desde España,a quien amaba. Adadtado por V T Solano 11 Mayo 2012
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, Maria Hodunok., Rocío V-P., [email protected], valy omra, Yanquiray, Isolda
Comentarios12
Un excelente trabajo Victor, me encantó
Abrazos
Gracias Nuria, ciertamente José era un genio, este poema fue real, fue un amor frustrado, como tantos. Si te gusto el poema recomiéndalo a tus mejores amigos, se que lo disfrutaran, pues pocos poemas se an escrito asi.
Te quiero Nuria
V T Solano
Exquisito, gran adaptación
Besos
Querida Winda, solo para decir gracias,
Un te quiero
Solano
Estas correspondido, gracias por compartir tus versos,
bendiciones
Gracias linda
Un gran poema de amor perdido, exquisitamente adaptado. Gran trabajo el que hiciste. felicitaciones y cariños.
Gracias Maria, el poema es exquisito.
Espero mas tarde incluir algun otro.
Saludos
Solano
Impresionante adaptacion literaria para Laura, el amor de sus sueños...
Aplausos y abrazos, mi amigo!
Rocio
Gracias Rosio, es cosa seria adaptarun poema a tan genio del poema, maestro se maestro Don Jose de Diego, para mi es un honor vivir en la tierra que nacio este escritor, tambien el genio de la musica Rafel Hernandez quien escribio campanitas de cristal.
Abrazos
V T Solano
sutil poema un adaptado hermoso un abrazo amigo un sentimiento profundo
Has aportado tu profunda sensibilidad al poema , otorgándole frescura y pulcritud !!!
Genial querido amigo !!!
Abrazos y bendiciones
VALY
Gran poema...adaptacion que se siente al leer con el alma...
Un abrazo que Dios te bendiga
Tu amiga por siempre
Genial escrito
desespero del alma
que escribe con tinta de sangre
al amor perdido que no pudo ser
como tantos que se pierden
aunque se nos parta el alma.
abrazos
Victor
Conparto sentimintos con tigo, hasta en la Biblia conseguimos amores frustrados como es el caso de Salomon y la sulamita en libro de cantar de los Cantares el Rey Salomon en toda su cloria no pudo conquistar el corazon de la Sulamita por que ella tenia su pastorsito.
abrazos Sofy
Victor
Víctor, que hermosa adaptación, te pregunto ¿Laura es real, es real esta historia de amor frustrado o es producto de tu creación?
Bueno, sea como sea, Laura y muchas mujeres en su lugar que han traicionado a su pareaja o los han cambiado por otro, de seguro al leer este hermoso poema, escrito con elegancia y sentimiento puro, sentirán la culpa, el remordimiento; pero no culpo a Laura ni a nadie, porque si ella se fue, seguro lo hizo porque no amó de verdad y fue en busca del amor que le de felicidad.
Amar también es dar la vida por tu pareja, dejar que ella tenga la felicidad, así no sea a nuestro lado.
Saludos, mi querido Víctor
Que hermoso poema
porque siempre cuando uno ama
la persona lo traiciona
solo hay que dejarlo en manos de Dios
esperando que haya sanado tu corazón herido
un beso y un abrazo desde la distancia
RENACER
Gracias de todo corazon.
Saludos
bienvenida a mis letras siempre
Victor
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