Una salida

manulondra

UNA SALIDA

 

Jamás vislumbrar una salida

pensé costara tantos años,

tantas preguntas deshojadas

en aquellos cautos escondites,

tantas flacas tentativas

de morir ilustre por cobarde,

por no asaltar los controles

que nunca llevan a nada.

 

Jamás coleccionar paraísos

pensé costara tanto fuego,

tanto  quemor de juventud

ciega de absurdos  deseos

que fue hasta encontrarte,

que murió, amor, al enamorarte,

que suspiró solo de vejez

prematura con su cara rosa.

 

Jamás acertar en el destino

imprevisto fue cosa más aprovechada,

mas golosamente asumida,

cuando fue el vivir un infinito

de tinieblas, un triste laberinto

para vagar, sin respuestas

de la tierra ni del hombre,

cargando el misterio de la locura.

 

Y de esa lejana tarde contemplar

tu sonrisa colmada de esperanza,

no era algo nuevo, sino único,

inmenso, mas bien un mundo

naciente construyendo su sol,

quizá el suspiro de los dioses

profetizándote tu amanecer,

partiendo el silencio en dos.

 

Allí donde las sendas confluyeron

y dejaron lejos las distancias,

donde los pasos se hundieron

en la fertilidad de primavera,

o donde las manos acariciaron

con cuidado las verdes heridas

que ya la Luna cicatrizaba,

y empezamos a oler a tentación …

 

Cantaron los pájaros anunciando

cómo la vida se nos regalaba,

cómo los ojos se desperezaban,

cómo el atrevimiento daría placer,

cómo las palabras serían justas

sin siquiera abrir la boca,

sin apenas forzar promesas,

porque el presente era insólito.

 

Tú, recuerda esa emoción,

sonríele a aquellas timideces,

pues eran nuevo sentir puro;

a aquel fantasma del pudor

que pronto será desnudado,

azotado, vilmente calumniado;

disfruta de aquellas victorias,

que nunca nada en tu pasado

mereció más el haberlo hecho,

y el haber destapado las esencias

de la libertad, hallado las fórmulas

de la felicidad, untado el cuerpo

de amores, aspirado el éxtasis.

 

No, nada mereció más el haberlo hecho,

nada antes hizo posible tanto calor,

tanta fuerza para volar,

tanto sustento sin fin ni medida

en ese vergel arrebatado a Dios,

donde elaboramos sin dudar

sus esquemas sobre el mundo,

que no quiso legar al hombre,

forzándolo a su destierro eterno.

 

Mas ese dios  nos perdonará

porque queramos huir de todo,

juntos hasta un lugar fantástico,

donde solo el amor tiene sitio.

  • Autor: manulondra (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de mayo de 2012 a las 07:26
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 62
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • Nikassi

    Filosofía y arte poético en tus versos
    Me han gustado

    Nikassi

    • manulondra

      Gracias por tu comentario, Nikassi, me da mucho ánimo para seguir compartiéndolos con vosotros.

    • Jorge Luis Arcos

      un lugar fantástico donde solo el amor tiene sitio. Valla poema, singular descripción y un final excelente.

      • manulondra

        Gracias, Jorge, muchas veces he dudado que fuera yo el que lo escribiera, diría que alguna mano me guió.

        Saludos!

        • Jorge Luis Arcos

          Muchas veces suele pasar, pero es parte del momento, y el resultado es algo excepcional.



        Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.