Tu grito era una mano gigante que me cerraba la boca
los pájaros lloraban la desventura del otoño
sepultando las alas bajo sus suaves cantos…
Corazones y huesos destrozados
caminaban volando con olor a llanto
los niños despertaban con dulces, tibios,
abrazados de recuerdos abandonados.
- Autor: Ernes ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2012 a las 13:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Carmen Angelical
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