Siempre hay quién se pregunte,
si dos mujeres a un tiempo se pueden llegar a amar.
¡Claro que si, que se puede! y es muy fácil de explicar.
Fíjense en el arco iris que se dibuja en el cielo,
se cruza de extremo a extremo y se refleja en el mar.
¿O es acaso una visión que da la tierra al rotar?
Dos ojos tenemos todos para las cosas mirar,
y dos pestañas encima para poder pestañear
y dos cejas que aunque vagas, también se dejan peinar.
Para echar un pie adelante hay dos para caminar,
y dos brazos y dos manos para las cosa alcanzar,
dos oídos y dos orejas que nos dejan escuchar.
En la nariz Dios nos puso dos rotos pa’ respirar,
y aunque en algunos no tanta, dos nalgas,
llanitas o redonditas para poderse sentar.
A los hombres regaló, dos, que no me atrevo a nombrar,
mas sin embargo importantes para poder engendrar’
y perdonen mi franqueza, pues no las puedo olvidar.
Tal vez no estarán de acuerdo por mi forma de pensar,
y se sigan preguntando porque yo diré estás cosas;
y si dos mujeres hermosas, al mismo tiempo,
se puedan llegar a amar.
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José Miguel (chemiguel) Pérez Amézquita
- Autor: José Miguel Pérez Amézquita (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2012 a las 14:07
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1835
- Usuarios favoritos de este poema: Princess_xD
Comentarios2
ESO ES NO SABER AMAR...ASI DE SIMPLE...SOL
mmm...interesante deduccion ...
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