Si volviera presuroso a desandar

los caminos azarosos de mi vida,

desde mi edad de piedra

a las alturas indolentes

de este mundo, inmundo, descarriado.

Cruzaria ligero los mismos abismos,

Rubicones de amor y de dolor.

Volveria a ser el niño timido

que tejia pacientes rebeldias,

beberia voraz con mis hermanos

cantaros de perdon

que el tiempo ha secado.

Si de pronto pudiera desandar

los peldaños incendiados de mi vida,

vendaria tierno a mi padre sus rudezas,

abrazaria alborozado los huerfanos silencios

perpetuos de mi abnegada madre

y dejando en su florero la Ruda quisquilosa

que calmaba su tradicional idolatria,

cargaria conmigo sus achaques, sus desvelos.

A mi Capullito Ausente,

que sabe cuan feliz fui con su retorno

y aunque ahora lejanas

son nuevamente nuestras playas

le diria nuevamente quieto al oido

que vivira en mi sangre hasta el fin de mis dias.

A la señorita de alas negras, que tenaz

intento posar en mi su lastimero beso,

le avisaria que manto sera pronto su mortaja.

Abrazando desteñidas soledades, una a una

y cosiendo a mis labios las blasfemias

proclamaria que mi fortuna ha llegado.

Gracias tiempo, viejo tirano silencioso

por haber mis caminos dolientes extraviado.

Gracias en especial a ti Jehova, bondadoso, Eterno Padre

por haber a mi Princesa de cuento revelado.

Si de pronto pudiera desandar.

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Si volviera presuroso a desandar / los pasos azarosos de mi iconoclasta vida / encenderia gozoso mis mas mustias sombras. / A la señorita de alas negras que esforzada  / intento posar en mi su beso lastimero / le avisaria que su mortaja pronto sera su manto...oh algarabia! / Y abrazando mis desteñidas soledades, una a una / les diria que mi fortuna ha llegado. / Gracias tiempo, muy estimado tirano silencioso / por haber mis caminos dolientes extraviado. / Gracias en especial a ti mi Padre Eterno / por haberme a Luz Stella revelado!