Cuando ella blanca observa
los hombres cantan al cielo
y los caminos olvidados
Brillan mostrándose otra vez
como ríos de sangre.
Cuando lentamente huye
tras el océano azul marino
Los latidos del agua salada
parten las olas casi al nacer
Y es preciso alimentarse
de las frutas rojas de sombra
al distinguir la faz del alma
que resta opuesta al egoísmo.
Cuando Selene graciosa
de plata nos cubre en su luz
Cuando sollozan los malvados.
- Autor: Bambury (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de mayo de 2012 a las 09:43
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 32
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