Y cuando frunces el ceño
y me enamoras callada,
surge una llamarada
como de un caliente leño…
así a tu boca yo enseño
lo que aprendí de tu boca
que en mis labios se desboca,
prendiendo candente empeño;
que el chasquido sea el sueño
¡que no olvidarás…! Ni loca
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de octubre de 2009 a las 11:22
- Categoría: Triste
- Lecturas: 74
Comentarios3
Preciosos versos Jacobo... Me lo llevo a favoritos.
Petonets,
Libra *M*
Bellos efectos causan los besos.
saludossssssssssssssssssss
Muy bella décima.
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