El Tentado
Narrador:
En un frio cuarto,
de rumores invadido,
de amores perdidos,
se debate en consuelo
el alma de un hombre en
perpetuo desvelo.
El Silencio:
En tu alma hoy dejo mi amor,
mi soledad será tu hoy,
solamente serás dolor.
Alejandro:
Viene a mí esta pena,
frio yermo, que molestia,
¿a dónde voy...¿
Mi alma la extraña,
mis ojos la reclaman,
y mi corazón se desvela,
casi siempre a la madrugada.
¡OH soledad que hoy vienes!,
a mi alma en llanto,
déjame derramar
ríos de tanto pesar.
El Silencio:
Ahora Alejandro dime:
¿quién te consuela¿
¿quién te ama¿
¿quién te reclama¿
!Lo vez Alejandro,
hoy el amor ha muerto!,
para ti no hay final contento.
Dios:
Soy la calma soy el viento,
soy de lo callado tu aliento,
soy tu pasado, soy tu DIOS.
Alejandro guarda mi amor,
deja que la pena muera,
dentro de mi infinito corazón.
No hagáis caso del silencio,
es un ente que apareció,
dentro de tu mal aprecio,
justamente en tu desprecio.
Realmente es Belial,(O sea Lucifer)
quien pide tu alma,
quiere para si tu karma.
Alejandro:
Oigo voces del mas allá,
me afecta la ausencia,
de quien fuera su presencia
la más digna de mi paciencia.
Irina cuanto te reclamo
a Dios y a mi tristeza.
Alejandro al Silencio:
Por fin se tu verdad
silencio...
se de tu maldad,
y de esos terribles sitios
donde tú me quieres llevar.
Desaparece ahora mismo,
llévate tus vicios,
dejadme en paz...
El Silencio:
Dios os ha advertido de mí,
que hipocresía de aquel ser,
Él es quien provoca tu pena,
quien se burla en tu padecer.
Dejad que yo os de consuelo,
que sean mis vicios tu placer,
que sea mi negra alma
quien te compre otro querer.
Solo vendedme tu alma,
y el trato quedara cerrado,
serás feliz a lado
de tu amor resucitado.
Alejandro:
La tentación me invade,
pienso en el dolor,
cuan duro es el amor,
su partida me destrozo.
El Silencio me vende consuelo,
a cambio de esta alma
sufridora y extraña,
que para nada me hace falta.
¿Debo aceptar tal trato
o debo seguir en mi dolor¿
¿acaso tengo opción?
Helena
Alejandro no sucumbas,
aun estoy a tu lado,
no he dejado
acaso mi alma en tu regazo.
A ti te pertenece
por siempre mi ser,
no voy a Dios sin ti,
a tu lado esperare
hasta que mueras también.
No dejes que Belial
invada tu pensamiento,
no escuches su entendimiento,
no caigas en tal enredo.
Alejandro:
Oigo tu voz en mi pensamiento
te escucho mi amada,
acaso estoy muerto ya,
por fin estoy en paz.
Narrador:
La situación expresa,
un caso de tristeza,
cuando se pierde la calma
cuando muere la amada.
Solo el sueño...
Solo Dios....
Son los poderes
para terminar con el dolor,
con aquello que te lleva
a lo infinito del terror.
Alejandro a Helena:
Hoy mis penas mueren,
a tu piel le pertenecen,
y mis lagrimas dejan pendiente
una estampida en tu vientre.
Ahora que me escuchas,
dejad que muera ya,
quiero conocer lo eterno,
ese plano irreal sin tiempo.
Una daga en el corazón,
bastara para encontrarnos,
solamente el dolor,
durara por un rato.
Ahora voy mi amor,
te veré muy pronto,
espérame por favor.
Helena:
Alejandro, no seas imprudente,
recuerda que el suicidio
es pena del quinto infierno,
no lo hagas sin conocimiento.
Aunque quisiera que estés aquí,
y poder juntos estar,
en el paraíso celestial
aun debes vivir sin tu mismo
tu vida tomar.
Te amo Alejandro,
mi alma no se ira de ti,
cuidare de tus pasos
por siempre yo estaré.
Vive Alejandro,
se feliz,
que no enmudezca tu amor.
Ahora me marcho Alejandro,
para protegerte,
para esperarte,
en este plano por siempre.
Alejandro:
Ahora me quedo en soledad,
sé que me cuidan,
sé que aun me ama,
y que de ella seré su esperanza,
para vivir en la casa
del Señor que nos Ama.
Dios:
Por fin has entendido Alejandro,
que ella te sigue esperando,
cuida de tus pasos,
y esta siempre a tu lado.
No hay tristeza más,
la he calmado en tu alma,
deja que YO invada
la soledad que te mata.
Yo cuidare de vosotros dos,
cuando por fin vengan a mí,
y los rodeare de mi amor,
y ustedes serán acogidos
en lo infinito.
El Silencio:
La batalla he perdido,
pero Alejandro no ha muerto,
no ha matado su cuerpo,
también ha rechazado
mi ofrecimiento,
vivirá para pecar,
y ahí lo volveré a tentar.
Narrador:
Así el Silencio desaparece en sombras,
Alejandro vive,
pero ese será su castigo,
ya que sin ella,
Alejandro será una víctima,
de un pacto con el Diablo.
Y aunque Alejandro venda su alma,
por volver a tenerla,
jamás podrá estar con ella,
pues su alma quedara condenada.
Solo Dios y Helena,
podrán frenarle los impulsos,
y así esta reflexión queda,
grabada en nuestro corazón.
- Autor: dante95 ( Offline)
- Publicado: 26 de mayo de 2012 a las 18:29
- Comentario del autor sobre el poema: La perdida del amor hace padecer la mente de los hombres, quienes en tan terrible oscuridad sucumben al deseo de la muerte.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 104
- Usuarios favoritos de este poema: PoetaTriste
Comentarios1
Congratulaciones Dante, has hecho honor al seudónimo que escogiste, pues lleva incluido el nombre de nada mas y nade menos que del gran Dante Alighieri, el autor de la Divina Comedia, pues to poema, es todo una obra de teatro, todo una divina tragedia. Éxitos en tu paso por esta página. Magnifico comienzo!
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