Cuando todo se va, todo se olvida
el silencio de la noche,
es el testigo predilecto, el frio testigo
que a carcajadas se burla de mi destino.
Él ya no está,
nunca más lo tendré,
nunca fue mío, eso bien lo sé
pero ahora está lejos, lejos y ausente.
Como deseo que mis palabras
tal vez algún día lo puedan alcanzar,
y que esta noche fría y silenciosa
no se burle más nunca de mí.
- Autor: Alejandra Díaz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2012 a las 18:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 205
- Usuarios favoritos de este poema: Winda
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