Mi vida se resumía
en perfecta soledad,
en horas que solo dolían
cuando a alguna nube
le daba por llorar.
Mi vida se resumía
en silencios que escondían
aparente tranquilidad,
en una cama tan amplia y relajada,
que por casi un decenio solo sirvió,
para exigir derechos y malgastar.
Mi vida se resumía
en el gusto de mi espacio,
ansiados momentos perdidos
por años frustrados,
que le dieron placer y quietud a mi vida
para echar mi alma a la retrospectiva
persiguiendo cierta seguridad.
Mi vida se resumía
en noches de lunas burlescas, irónicas,
analizadas desde mi evolución diacrónica,
con mi eterna y sigilosa compañera,
desde este, mi sequedal.
Mi vida se resumia
en oraciones silentes, confrontadoras,
que perseguian
hacer dudar al andante
de su integridad
Llenandome de frases
salidas de aparente
calma y tiempo,
mirandome al espejo,
aunque fuera para al final del día
echarme a llorar
al mirar el esperpento,
que me he vuelto
al mirar mis mejores años gastados,
el desperdicio
de lo mejor de mi arsenal.
¿ Y dónde están esas noches?
Esas que a pesar de todo,
solía trilladamente disfrutar,
esas que al alma llenaban
de constante y nutrida soledad.
¿Dónde están que no las veo?
Me cambiaron la luna
y las estrellas de lugar,
incluso el sol ha venido
a hacer alarde de la suma majestad,
del destino veleidoso,
que vino a cambiarme
hasta el modo de soñar.
¡Oh noches vagas y oscuras¡
atrás quedaron mis usufructuarias veredas,
hoy mis pies descalzos junto a mis noches nuevas,
se pasean por el encantador desafío,
de este extraño y único amor
que aún no logro descifrar
que aún en ausencias
me hace despertar cada mañana
preguntandole al que siempre observa
¿Será algún día cualquiera
le dejaré de amar?
Ma. Eugenia Figueroa Romero
14 Marzo .2011
- Autor: Maria E. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2012 a las 22:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 113
Comentarios2
excelente me encanto
Aunque no hagas alarde colega educadora Ma. Eugenia, de ser poetisa, en honor a la verdad, tienes suficiente vena poética, y mucha madera para deleitar a quienes gustan de leer talentosa poesía. Mis felicitaciones sinceras.
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