Han pasado cinco meses.
Aquel diciembre sigue aquí:
Recuerdo, por ejemplo,
que la tierra solía estar hecha de agua,
que mis pies, como balsas, flotaban,
que no había senderos, ni relojes, ni montañas
- excepto, por supuesto, aquella en la que el cielo
cobijaba nuestra cruz - ,
las estrellas como un eco de las luces del pueblo...
¡amábamos romper con el silencio,
el frío, la tierra, el tiempo...
los pretextos...
No había razones de nada,
no faltaba nada.
A mi lado,
estabas tú.
Nunca entenderé por qué decidiste partir,
quedarte lejos otras tantas de estas eternidades
que son los días sin tu estrella.
¿A qué le tenías miedo?
¿Qué te faltaba aprender?
¿De qué dudabas?
No lo sé.
Si algo es seguro,
es que tú
serás siempre mi vida en rosa,
y que yo
no seré más que un ermitaño,
hasta que quieras volver,
hasta que no tengas más razones
para decir “todavía no”.
Hace ya cinco meses
que el polvo es polvo,
la tierra es tierra,
y nada más.
Carlos Alcaraz
31/05/12
- Autor: Carlos Alcaraz ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2012 a las 02:11
- Comentario del autor sobre el poema: "Sé que voy a quererte sin preguntas, sé que vas a quererme sin respuestas"
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 227
- Usuarios favoritos de este poema: Amaida Bueras, PETALOS DE NOCHE
Comentarios2
Hace tiempo la vida es vida,
y vida es, y vida sé es...
Y la rutina, la homogeneidad es homogénea,
y todo es todo cuando sé es nada, y en la nada
se expresan pretextos para un todo,
y en el todo, se recuerdan -se anhelan-
y se desechan, como esperando a la muerte
dejar volar sensaciones -recuerdos-
entre el vuelo de la expresión interna
que sólo habla..., sé sueña, y sé enferma...
Se adentra en otra realidad interna, en otra razón y pretexto...
(En definitiva el poema o relación interna de una incomprensión de augurios sentimentales que chocan como el aire y rápidamente se pierden como electrones en el mismo huevo, me ha encantando...)
Recuerdas cuánto tiempo tardaste en darte cuénta? CInco meses son nada contra la eternidad. aunque
también
es muy urgente porque la eternidad se acaba, diría Sabines.
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