Mujer, desarmo el silencio y su cadena con las llaves de las vocales de tu nombre verde, eres la primavera labriega que habita mi boca subterránea, por debajo de lo que mis ojos quieren ver y mi boca decir ilegalmente, eres la enredadera azul que abarca el territorio del mío, de mi nombre, nombre subterráneo… esa lluvia que no se deja ver, ni tocar, pero que no cesa, un puente a los cuatro cardinales de tierra que se hicieron estatuas para verte fijamente. Cada vez que te nombro mujer nace un alma, nace un deseo, nazco impaciente como la primera estrella nocturna y su miel luminosa. Mujer, eres silencio y sonido, cuatro primaveras que duran un año, la monarquía eterna de mis huesos, las campanadas que late en mi pecho inheredable… silencio y sonido.
LRL
5-6-2012
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2012 a las 11:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios3
que hermoso poema me alegra haber pasado hoy y encontrarte.
martina
Vitales, exquisitas y contundentes letras.
...Y te dejo mis saludos honorables.
Wuuuaooo que paión poeta!!! Os felicito!!!
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