Ver que entre las penumbras
me refugio con miedo.
Sin poder vislumbrar:
que no quiero el olvido,
pero me olvido de lo añejo.
Tu voz siempre como el hielo
y tus hostiles gestos,
igual al comienzo.
¿Dónde empieza este latir tan turbulento?
En lo oscuro, en un ávido silencio.
No te escucho, no te siento.
Duermo, sueño y muero.
Sin embargo, sigo sufriendo.
- Autor: Helrika (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de junio de 2012 a las 16:26
- Categoría: Triste
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios2
Contundentemente vitales letras.
Un gusto leerte.
...Y te dejo mis saludos
hermosas letras
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