Su regia y penetrante belleza
me sumergía
en una extraña embriaguez,
mientras marchaba embelesado
por la vida,
murmurándole al viento,
sobre la perfecta fusión,
entre su soberbia hermosura,
su cuerpo de diva juiciosa
y su suave
perfume de flor.
Hoy descansan en paz sus
blancos pétalos,
mientras me sigue persiguiendo
su regia belleza,
los silencios de sus besos
y la ternura azul,
del insigne amor que nos unió.
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2012 a las 20:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 141
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