Fui desabrigando entre tus piernas mi delirio
en esas piernas que se abren, que se entregan,
donde tu sexo confortaba al mío
en el éxtasis brutal que se acercaba.
Tus uñas apuñalaban mi espalda
con la felina emoción.
Descubrí una gota de rocío sobre tu muslo
que rozaba el mío…
[en cada espasmo de tu cuerpo
se apretaba mi cuerpo con tu cuerpo]
Y qué decir de las horas transcurridas
de esos minutos qué apenas se movían,
y qué decir de tu mirada perdida
en el tálamo caliente…
des controlable y sin brida.
Sudaban tus senos sobre mi pecho frío.
Que contraste de besos y palabras obscenas.
Ya no sé si te llamas o tuve algún nombre
estuviste conmigo, eso es lo que importa,
nada puedo entender ni quiero que lo entiendas
si yo pague un placer o te cobraste el mío,
por eso nada importa si apenas te conozco
-nos unió el goce en el amor prohibido-
¡¿No sé qué es el pecado?! Cuándo se entrega todo;
cuándo hay un solo cuerpo en ese lecho
una mano que acaricia y un labio que robe un beso.
Por eso nuestros nombres no causan convulsión
fuimos una mujer y un hombre
-haciendo el amor-
en esas piernas que se abren, que se entregan,
donde tu sexo confortaba al mío
en el éxtasis brutal que se acercaba.
Tus uñas apuñalaban mi espalda
con la felina emoción.
Descubrí una gota de rocío sobre tu muslo
que rozaba el mío…
[en cada espasmo de tu cuerpo
se apretaba mi cuerpo con tu cuerpo]
Y qué decir de las horas transcurridas
de esos minutos qué apenas se movían,
y qué decir de tu mirada perdida
en el tálamo caliente…
des controlable y sin brida.
Sudaban tus senos sobre mi pecho frío.
Que contraste de besos y palabras obscenas.
Ya no sé si te llamas o tuve algún nombre
estuviste conmigo, eso es lo que importa,
nada puedo entender ni quiero que lo entiendas
si yo pague un placer o te cobraste el mío,
por eso nada importa si apenas te conozco
-nos unió el goce en el amor prohibido-
¡¿No sé qué es el pecado?! Cuándo se entrega todo;
cuándo hay un solo cuerpo en ese lecho
una mano que acaricia y un labio que robe un beso.
Por eso nuestros nombres no causan convulsión
fuimos una mujer y un hombre
-haciendo el amor-
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de octubre de 2009 a las 10:33
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 120
- Usuarios favoritos de este poema: Eddy Gtz, ivan semilla
Comentarios11
Mmmm, muy erótico, me gustó, el final es muy bueno.
Saludos!
Mira que hermoso escribes, erótico, pero sensible y llega bien al lector.
Felicitaciones
Te diré que dentro del acto en sí exísten muchos intercambios que tu sabes muy bien describirlos y de hecho lo hicistes. Me ha gustado tu poema erótico por lo diferente a lo que muchos escriben.
Ojalá pudiera seguir leyendo una segunda parte.
JUSTO ALDU
lograste un hermoso poema amigo me gusto mucho como lo planteaste desde el inicio y con un gran final lo guardo amigo saludos...
hermoso y apasionado poema...
lleno de delirio, me fascina..
besos.
bohemia
Me gusta desde el título, poeta irreverente, me gusta la imagen del tálamo, y como secuencia a secuencia, estrofa a estrofa nos deleitas con tu sugerente poema lleno de erotismo.
Un placer venir a leerte
hermoso y erotico poema lleno de mucha sutileza.......bueno ....besitos
sencillamente un hombre y una mujer haciendo el amor no es pecado es sutileza
hermoso y erotico poema lleno de mucha sutileza.......bueno ....besitos
Una total entrega descubierta por tu musa para deleitrnos
Irreverente, sensacional tu poesía
Caricias
Sorgalim
ME ENCANTO
GENIAL Y ATREVIDO
UN FENOMENO
ABRAZO
TE FELICITO
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