LA mirada del deseo CAUTIVO:
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, reflejado del alma excitada en mis ojos por los espacios reiterativos sin tiempo nunca para el amor dedicado en los brazos del ayer querido, sin tener una sola lágrima de oscuridad que sentir corriéndome por el rostro siempre oculto por ese pasado que es aun añorado en silencio tras las sombras de tu olvido donde me dejaste una noche dormido y abandonado, sin tener ninguna orientación...
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, viéndote plácidamente dormir semidesnuda sin importarte por un instante recordar esos momentos sublimes que fueron detalles por los dos vividos divinamente, notando mi presencia sufrida por los que no padeciste a mi lado cuando cerraste tus hermosos ojos glaucos para no ver más dentro de mi mundo blanco de luz, para así, quizás abrazarte fuerte muy fuerte, contra mi pecho...
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, observando a través de esta triste soledad aprendida el crujir de viejas heridas las cuales pensé abrían cicatrizados por completo cuando tomaste mis manos entre las tuyas, besándolas suave y dulcemente, sin apartar tu mirada de la mía, mientras consentías para que te acariciara sin prisa y con sabias pausas todo tu cuerpo desnudo entregado a la pasión encontrada de la piel, habida de ser tocada.
---------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 19062012 07:15 PM.
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, reflejado del alma excitada en mis ojos por los espacios reiterativos sin tiempo nunca para el amor dedicado en los brazos del ayer querido, sin tener una sola lágrima de oscuridad que sentir corriéndome por el rostro siempre oculto por ese pasado que es aun añorado en silencio tras las sombras de tu olvido donde me dejaste una noche dormido y abandonado, sin tener ninguna orientación...
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, viéndote plácidamente dormir semidesnuda sin importarte por un instante recordar esos momentos sublimes que fueron detalles por los dos vividos divinamente, notando mi presencia sufrida por los que no padeciste a mi lado cuando cerraste tus hermosos ojos glaucos para no ver más dentro de mi mundo blanco de luz, para así, quizás abrazarte fuerte muy fuerte, contra mi pecho...
Cuanto duele de la mirada el deseo cautivo, observando a través de esta triste soledad aprendida el crujir de viejas heridas las cuales pensé abrían cicatrizados por completo cuando tomaste mis manos entre las tuyas, besándolas suave y dulcemente, sin apartar tu mirada de la mía, mientras consentías para que te acariciara sin prisa y con sabias pausas todo tu cuerpo desnudo entregado a la pasión encontrada de la piel, habida de ser tocada.
---------------------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 19062012 07:15 PM.
- Autor: syglesias (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2012 a las 00:01
- Categoría: Triste
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: syglesias, Trovador de Sueños ...y realidades., nellycastell, [email protected], AdelaVila
Comentarios4
Exquisitas letras amigo. Un gusto leerte.
...Saludos...!!!
Mi poeta querido, bello este poema con añoranzas a tanto olvido...un abrazo y deseo que estes bien.
Cuanto duele entrar en tu espacio y cerciorarse que sigues sufriendo
Me complace enorme leer tus letras
Saludos
MUY BELLAS TUS LETRAS AUNQUE SUFRIDAS, PERO QUE SENTIMIENTO QUE SIEMPRE NOS INSPIRA, UNA MIRADA Y EL DOLOR.
SALUDOS
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.