Todo se vende, todo se compra
en el comercio de la existencia,
precio y valor se confunden:
Carnera y San Martín.
Yo compro tiempo perdido
en lejanía de astros,
sentimentales ausencias
ateridas a mi contorno.
Lo procuro aún sin garantía
de afectos o siquiera
apercibimiento de amores
de alguna vez en reja crepuscular
con cuerdas de celestina guitarra
y voces sin cuerdas.
Lo compro de segunda mano
para devolverlo a primera
donde siempre debió estar,
lección de humanidad
que no aprobé por mi hambre
de juveniles llamaradas......
Voy por la calle pregonando
conciencia de tercera edad
que conmina a comprar
a cualquier precio
tiempo perdido.
Lo acepto con niebla, olvidos,
efectos naturales del paso
de los años y dolientes arrastres
de purísimas rosas blancas
en vertiente sangre púrpura.
Lo compro para el bolsillo
izquierdo de mi lírica piel
junto al que late inmortal
para que al fin reconozca
al yo distinto que pretendí ser.
- Autor: Carlos Roman Ramirez ( Offline)
- Publicado: 21 de junio de 2012 a las 10:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 83
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