Vivo muerto, muerto del alma,
porque tu amor ignoto así quedó,
ignoto, tan altivo como el sol
y tan vivo como la vida misma.
Soy como la rosa, rosa sin pétalos,
que de los amores es despreciada
y de los halagos desprendida.
Soy también como el río lánguido,
seco de frescas aguas,
que no bebe ni beber deja
de lo que arrastrar debería.
Yo que por tu amor viví,
y que de beso en beso me imaginé
en el remanso que tu pecho ofrece,
ahora vivo muriendo,
o muero viviendo,
por eso por lo que viví.
- Autor: El poeta de lo indecible (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2012 a las 00:28
- Categoría: Triste
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, rosi12, Tizzia Holwin
Comentarios2
Así a veces tan caprichoso es el amor. Muy lindo
aBRAZITOS
Muchas gracias por regalarme un momento de su valioso tiempo para leer y comentar.
Le mando un cordial saludo.
Víctor Romero
El amor es así, cuando queremos no nos quieren y en donde no queremos nos quieren.
Contradicciones, antónimos o como lo veamos, el amor se maneja en sus caprichos.
Saludos
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