Y una vez más me dejo llevar por los recuerdos,
y mira como se vuelve demente mi corazón "cuerdo"
ya no me acuerdo como empezó, solo sé que aquí estas y no te olvido.
Estoy aquí y no me ido por que para amarte he nacido.
Esa ha sido siempre mi única ambición, hacerte feliz y proteger tu amor,
porque me das valor, tú curas todo mi dolor, te prometo que día a día defenderé tu honor.
Por favor déjame amarte sin medida, no tengas miedo, yo sanare tus heridas,
te lo juro, no me iré, aquí estaré, eternamente te amare.
Diez mil poesías escribiré y después todas una a una te las cantare.
Sé que un día moriré, y junto a mis palabras en una urna me apagare
pero desde una estrella te mirare, de alguna manera a ti llegare,
lo hare otra vez, ya lo veras, ni aun después de muerto te olvidare.
Mírame, dime si tú también me amas,
dimes que te quedaras conmigo en mi corazón y en mi cama,
dime que esperaras a ver como florecen las canas,
y si así lo haces mi vida dejara de ser tan llana.
Amada diosa enamorada, eres aquel tesoro que mi alma tanto buscaba.
Estas aquí ahora, pero desde antes ya te amaba,
dime si tú igual lo hacías y ven y dame un beso con sabor a mora.
No hay demora para mi ser cuando de amarte se trata
y tratare de ser paciente cuando mi corazón se arrebata.
Hada encantada, tú te transformaste en mi utopía anhelada,
mi alma esta helada, tu miel y tu esencia forman una cósmica mermelada.
Perdóname sin mis palabras parecen vacías, es que intento escribirte
parado en medio de mi inspiración y mi agonía.
No sé si me entiendes y al final tampoco importa
pues lo único que para mí es vital es despertar tu alegría con una melodía.
Eres la perfecta sinfonía, el color y los matices que pintan mis días.
Desvaneces mi melancolía y es por eso que mi amor renació y marco una profecía.
Lo único que deseo es que seas feliz, y ser yo el que logre eso
para tenerte cada despertar junto a mí.
Estas aquí, al fin te puedo sentir, yo no me iré,
viviré dentro de ti y desde ahí te susurrare todos esos poemas que por ti escribí.
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