Los forjadores
No pudo cavilar, giraba el horno
y si el horno no giraba los metales
no llegaban hasta el cable o la cuchara,
no volvían del vapor vueltos rastrillos
ni láminas que forjen el auto o la techumbre.
No pudo cavilar, echó semillas
y si éstas no caían no brotaban,
no había trigo ni manzanas ni tomates,
nada en la mesa del almuerzo o de la cena,
tampoco flores en el cabello de la novia,
ni madera para la cuna de sus futuros hijos.
No pudo cavilar, buscaba clavos
y escuadras y cepillos para el mueble,
barnices para el cuerpo de la silla,
medidas para el cuarto de los niños.
No pudo cavilar, era el ministro,
debía hacerse de las joyas del minero,
lucrar del sembrador y sus cultivos
vender al doble las ventanas del tornero,
ganar por nada los favores de su pueblo,
pagar después por el silencio a sus poetas.
No pudo cavilar, ya estaba muerto,
lo apresaron en la huelga del salitre,
lo balearon en la lucha por la tierra,
lo exiliaron en las épocas del sátrapa,
lo empobrecieron hasta hacer con él un pueblo.
Sólo entonces nunca más guardó silencio,
forjó esta historia y hoy reparte sus racimos.
17 06 12
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2012 a las 07:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 90
- Usuarios favoritos de este poema: nelida anderson parini, Poemas de Pepita Fernández, elvira olivares
Comentarios3
Cuantos sueños se duermen antes de nacer la luz del día....
Un gran abrazo sonriente querido poeta. Saludos!!!
Bueno, vale despertarlos y luchar para que lleguen a su puerto, Nélida. Un abrazo para ti de mi parte.-
Una justa denuncia contra el trabajo explotador que mata y silencia sus clamores de justicia
Un hermoso poema
un abrazo ,poeta que no silencia
Quizá nosotros mismos nos silenciamos, pepita, y le cargamos la culpa a lo que nos rodea, habría que pensarlo y ver qué remedio nos conviene, o no? Un abrazo.-
Los poderosos ocupan muchas horas de su día tratando ideas que puedan malograr el destino de millones de seres, la explotación y la injusticia en este mundo, son demasiado añejas, han formado parte de la humanidad, desde el incio.
Siempre espeamos que cambie el rumbo de algo que aparece tan cruelmente, como marcado por el destino.
Excelente Oscar
La injusticia no es destino para nadie, Elvira, la felicidad sí lo es y para todos y todas. Hacia allá hay que marchar, e incluyendo a los injustos que quizá lo son porque no comprenden otra forma de ser entre los seres. Un abrazo, saludos.-
Lamento disentir contigo Oscar, la injusticia es el destino de muchos desde hace siglos, solo mira a tu alrededor, la felicidad no es de este mundo, no se puede ser felíz en medio de tanto dolor, debe haber otro lugar donde nadie sufra y todos sean felices, pero no es la Tierra.
Si miras los niños de Africa (por darte un ejemplo) no han venido a ser felices, mueren de hambre sin saber porque y hay muchos injustos que solo los miran, hay seres que gastan fortunas en vidas oscuras y otros esperan la moneda para comer, no Oscar este mundo es de pruebas, lamento que sea tan bello a pesar de la injusticia.
Es mi pensamiento.
Un cariño
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