MANERAS E SER

Que importa, lo que siento, lo que deseo, o lo que quiero, a los otros, solo a mí y nadie más.

La vida es privada, lo deja de ser, si la queremos compartir con alguien y mismo así tenemos siempre algo que es solo nuestro,  que lo guardamos.

No merece la pena intentar invadir la privacidad de nadie, es como si quisiéramos mirar el sol, con los ojos abiertos, terminamos por hacerle daño y no conseguimos verlo.

Tampoco merece la pena pensar que sabemos todo, que nunca seremos engañados,  así como dar consejos o imponer nuestras ideas.

Es complejo en demasía, la mente, por mucho que rompamos la cabeza, a estudiarla, nunca llegaremos a enterarnos como funciona.

Será mejor que cada uno viva su vida, sin entrometerse, en otras ajenas.

Dicen que la curiosidad ha muerto el gato, como no quiero que nadie muera por mi, mejor olvidarme, hacer de cuenta que no existo.

Mi profundidad es enorme, difícil bajar hasta el fondo, nunca lo conseguirán, por mucho que intenten, solo deturpan  e inventan, no merece la pena. En paz quiero estar, sin mentiras ni hipocresías, poder andar a mi gusto, por donde quiera, sin ojos de lince escondidos tras las ramas de la desconfianza.

Por un lado soy libro abierto, pero por otro, soy insondable, yo misma no consigo por veces comprender, lo que significa, mi manera de ser.

Por mucho, no hago caso, a nada doy una importancia extrema,  cosas insignificantes, hacen la diferencia, entre  el querer y el dejar de hacerlo.

Ya rechacé amistades, por casi nada, un gesto, una mirada, una frase, basta para alejarme.

Un sentido apurado, me avisa, se es buena persona o no. Hablando e casi distraída, todo veo, una luz roja se enciende y avisa, que no sirven.

Por ser así es  me retiro, de mucha gente, no tienen culpa, pero no son sinceros y eso  no consigo aceptar.

La libertad de elegir, es mía, de nadie mas, por eso, no merece la pena que espíen mis pasos, se para donde voy y lo que quiero.

Es difícil, muy difícil, canso mi cabeza a estudiar la manera de ser de los demás. Segura llego a una conclusión siempre y ahí elijo se sí o no, quiero, o debo ser amiga. Ni todo se aprende en los libros, en la vida se aprende mucho más.

Radical, sin retorno, acepto la realidad del carácter de cada uno y  hago mi elección, mirando cosas mínimas, que ni pasan por la cabeza de muchos, que son el espejo de su interior.

No me gusta estar sola, tampoco estar con gente, hueca, que te retazan, buscando  imperfecciones, tanto morales como físicas.

Así, pues, quien me critica   por tras, es porque me respecta la cara.

Me respecto, me llamo la atención, me castigo, me elogio, no necesito de nadie de fuera, para hacerlo.

En mi insignificancia, me  recojo, sé que no tengo valor ninguno, solo una inmensa mezcla de sentimientos, que me dan vida.

Oporto, 22 de Junio de 2012

Carminha Nieves