Y mientras el último crepúsculo del día
se consumía;
mientras danzante pasos daba,
mientras solo elucubraba,
y de un sueño falaz no despertaba.
Anoche, mientras llovía y despierto dormía,
mis lágrimas con las gotas de lluvia se confundían.
La lluvia y las lágrimas
se hicieron unas mismas las gotas
que se trenzaron de la cabeza a las botas
ordenando, que la alegría suprima.
Y así fue.
Oculté mi rostro imberbe
con la torrencial lluvia,
que no hiere al errante
y vestido se vuelve.
Una agradable disonancia
oída desde la remota distancia
asumida con arrogancia
para superar la desgracia,
que a veces es efecto de la ignorancia.
Y fui como la pluma,
que se desplaza en silvos acuosos
buscando dulce reposo
para luego darl el cambio estrepitoso
y salir del pozo.
- Autor: Bardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2012 a las 20:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 135
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok.
Comentarios4
Mucho sentimiento encierran tus letras....
Un placer tropezarme con ellas.
Un abrazo
gracias amiga
triste poema se siente el sentimiento de tu alma que dejas un abrazo amigo un saludo
gracias amigo
Yo tambien y el llorar limpia el alma de tristezas..y uno renace..
Saludos ..
muy bello poema amigo Arcadio,
cuantas emociones y sensaciones nos muestras en ellos,
cuanta trizteza, escrito maravillosamente.
CARIÑITOS.
gracias amiga
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