NUNCA NOS DEMOS POR VENCIDOS.

NUNCA NOS DEMOS POR VENCIDOS.

Nunca nos demos por vencidos
Si los malos están haciendo su trabajo
Con la cabeza en alto en todo los atajos
Sigan los buenos haciendo el suyo
Aun cuando todos los miren raros
No nos demos por vencidos
En la devoción esta la batalla
Llevemos nuestra mente al interno
Y ahí contemplaremos los eventos
Ahí en ese lugar no culparemos
Porque si sembramos chiles
Solo de eso comeremos
Más, que, el que ha tenido buena siembra
Como trigo en su jardín luminoso
Comerá de eso y repartirá con su corazón bondadoso
Nos alejamos tanto de la luz y luego gritamos
Estamos perdidos, auxilio, auxilio
Pero si en el bosque en donde estamos
No vemos la luz que nos indicara el camino
No regresaremos a nuestra casa
Y ahí nos perdemos con tantas pasiones
Siendo que no percatamos nuestras situaciones
Dejamos que los malos hagan su trabajo
Mientras nosotros matamos nuestras devociones
Sigamos en el camino alcanzando la meta
Creemos que en el mundo encontraremos la paz eterna
Este mundo material es solo temporal
En este cuerpo alquilado estaremos
Y cuando tengamos que partir, aquí lo dejaremos
Luchemos por los valores sutiles del alma
Que así solo pagaremos los karmas
Y depende de nuestras cuentas a nuestro favor
Esas son las únicas que acrecentaran el divino amor
Que triste es la situación del ignorante
Que no ve más allá de su criterio
Cree arreglarlo todo como por arte de magia
Y se pierde en diferentes malos matices
Se olvida del creador y se aleja de si mismo
Somos solo riachuelos, él es el océano
El océano no cabe en el riachuelo
Cuando nos convirtamos en océanos lo entenderemos
De lo contrario ciegos siempre estaremos
Y el karma sigue rodando, quitando y dando
Con el tiempo el malo se arrepiente
Y se convierte en bueno y practicara la devoción
Y el bueno se saldrá del camino
Y por un tiempo estará perdido
Y volverá en otra etapa a rectificar sus creencias.
¿Díganme de quien es hijo el malo?
¿Será que no tendrá clemencia?
Si venimos a la excelsa creación
Todos somos pecadores
Bajamos a este mundo a purificarnos
Pero nos alejamos de la devoción
Y maldecimos nuestra mala situación
En todos están los cinco ladrones
La ira, la codicia, el ego, el apego y la lujuria
¿Quién ha terminado con todo eso?
Solo aquel que emprendió la batalla
Bajo las órdenes de un Maestro perfecto
Y medito horas eternas, en la devoción
Solo si somos obedientes
Solo así pararemos las olas de nuestra mente
Que nos sacuden a diario y nos alejan de la simiente
No nos demos por vencidos
Elevémonos, es, ahora, el camino interno nos espera

Con mi amor Linda
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