Cambio de ritmo… (Corazón de Madera)

PETALOS DE NOCHE


AVISO DE AUSENCIA DE PETALOS DE NOCHE
Sangre oxidada...]



 

Los tendones callan las cuerdas de la cabellera
tatuada en la resonancia quebrada de la madera
testigo de la hendidura-castigo en la corteza

ahogado en la asfixia de morder la médula del sonido

abotonada las bocas envenenadas de noches
bajo el amparo del desvelo con sus luces en la garganta
cerrando la mueca en el sigilo del silencio

cuando más cuervos, atesoran el ruido esclavizado

en sogas apretando el cuello,

y la raspadera de piedras evolucionando a lágrimas

encerradas en el corazón de un árbol asesinado
por las herramientas del ciclo de la vida y la muerte…

 


Y sí dijera que te amo; sí tan solo lo dijera sin taladrarme la cabeza
sin dejar la manzana acotada de gusanos, desgraciándome la existencia
al perder las razones de seguir viviendo, seguir creyendo…
Sí tan sólo creyera que el músculo no se ahoga en un adiós-adagio…
-Extendida las manos, extendida la boca… las lágrimas se extienden-



Los nervios comprimen el oxigeno...,


papeles doblados al horizonte...,


aves titilando colores

a las sombras grises
que alguna vez se rindieron a la soledad


Se comprime el pecho;

un dolor acumula sangre
en la demencia de volar...,

...Pensamientos atan desordenes
en el ritmo de la acústica

cuerdas caen de tus mejillas
tus ojos más allá de este verso

líquido recorriendo el mapa de tu rostro en la noche
sin sabernos, sin tocarnos, sin besarnos,

sin tocar la nota más intima en el paladar del arte

sin tocar-te en-la profundidad de la corteza

que viste la desnudez de la lengua
expuesta a la creación subliminal

y sí te dijera “te amo”
  dos palabras que no son palabras
sí lo dijera, y sí no,

sí tan sólo te dejará el verbo de mis labios

escribiendo un te amo acústico
en la profundidad de tu garganta

renunciando a los adjetivos del tiempo
renunciando a la vida y la muerte…




Dentro la sangre; conmociona los sentidos

coagulando ecos sonantes en el aire


-quebradiza se rompe en mil pedazos-

el oxigeno se vuelve pesado, agridulce-

lluvia escarlata atesora dos palabras-

lluvia escarlata atesora un nombre-

la sangre..., ¡Mi sangre!

tantea el sonido de la madera

-las cuerdas

caen como sogas
en mi ausencia…




Y sí te dijera te amo.. TE AMO...

 ...



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