fuego de pecado...

la noche recae sobre mi

con sus alas ensombrecidas,

tu me miras con ojos luminosos

como las farolas que encandilan los pasos moribundos de las gentes perdidas en los abismos de algun recuerdo,

cada refucilo de tus ojos

son horas infinitas en mi cavidad cardiaca,

me dices te quiero

convencido de tu sentimiento,

yo te devuelvo una sonrisa levemente estristecida,

me confiesas que me extrañabas,

yo te abrazo cada vez mas fuerte

mientras acaricio tu pelo,

clavas tu mirada en mis pupilas verdes,

me besas lentamente en los frios labios que adornan mi cara,

mi mente empieza a recitar palabras lejanas,

acuesto tu cabeza despacio sobre mi pecho

y te duermes en tu amor,

suspirando de pasion escondida,

no quiero dejarlo, pienso dentro de mi en voz baja y humeda,

no me dejes, me susurras al lado de mi cuello,

el tiempo vuela sobre fuego de pecado...

el mundo cabe en mi,

las lagrimas salen a respirar y a regalarte su suavidad,

mi voz te envuelve en calida sensacion de paraiso.

No me dejes me dices mirandome a los ojos

enterrados en angustia,

no quiero dejarte, pienso dentro de mi en voz baja.

Las luces exteriores alumbran tu rostro desde la ventana,

adentrandose en tu piel sudada por accion de los hechos del amor,

acaricio tus manos temblorosas y te aferras a las mias como si te estuvieras alejando de este mundo,

ninguno piensa en un te amo,

ninguno piensa en el futuro,

solo pensamos en el ahora.

Quiero hacerte el amor, me susurras en mis labios enfermos de ti...

yo no entiendo o no quiero entender,

repites tu frase simple y complicada a la vez...

mi boca quiere responderle a la tuya,

pero las palabras no salen, temerosas de equivocarse

de lastimar

de morir.

Lloro, lloro sin lagrimas,

lloro en un llanto seco,

no nos amamos lo suficiente como para entregarnos a ese sacrificio de lujuria,

no nos amamos muchacho enamorado,

confundes facilmente un te quiero con un te amo...

todavia no nos amamos.

Guarda tus palabras peligrosas para el futuro,

pero no pensamos en el futuro,

pensamos solo en el ahora...

pero guardalas muchachos,

guardalas mientras nos matamos y las luces exteriores iluminan tu rostro desde la ventana, adentrandose en tu piel sudada por los hechos del amor.