Mientras siga en ti el amor.

Mientras siga en ti el amor,

Mientras siga creciendo en tu corazón,

Yo te seguiré amando mi vida,

Mientras la historia de nuestro amor la luna ilumina.

Mirando el mar, su movimiento que nos lleva,

Sus corrientes que con su vaivén nos despiertan,

Nos hacen vivir nuestro amor, en el vasto reflejo de tu aliento,

Sin límites, con caricias con las que lleno tu cuerpo.

Besos que se multiplican en tus labios, en los míos,

Besos de gloria lunar de la brisa inmóvil en nuestro instinto,

No eran sólo noches vacías, sino, nuestros sentimientos,

El amor más grande de nuestros días queridos.

Plasmados en las líneas perfectas de tu sonrisa,

En las noches amables y hermosas tuyas mi princesa querida,

A través de estrellas fugaces, de amaneceres inciertos,

Que, sin embargo, no dejaban de abrazarse nuestros cuerpos.

Noches de luna tenue, noche oscura,

De sed de besos y de amor, que nuestros corazones acunan,

Tiempo olvidado en tus ojos, en tu cuerpo,

Llena de belleza, más allá de lo que pueden describir los textos.

Tardes anónimas que descansan en el deseo,

En el amor que vive en el futuro y en los recuerdos,

Horas de alivio al escuchar tu voz,

Al hablarme con sinceridad y amor.

Tardes solitarias que se vuelven noches,

Tardes resonantes sobre la luz tenue del cementerio,

Como espejismos lejanos que vienen del desierto,

Horas que apartamos de nuestro amor en fragmentos.

Un amor escrito en las rocas, predicado en los deseos,

Una tarde veraniega de junio, que se vuelve noche, que guarda nuestros secretos,

Se vuelve noche, silenciosa, sin palabras,

Únicamente con besos y caricias el amor se expresaba.

“Dos bocas que se juntan al calor del aliento, en una mirada, en tu belleza, dando pasos a través de la playa, bajo la sombra de las nubes nocturnas, donde te encuentro aún más bella, más hermosa, alejando de nosotros sombras extrañas, una noche que tu amor todo lo cambia, un amor que va de amaneceres a estar entre las sábanas.”