135. MIENTRAS TANTO…

[en Whashington DC]

Después de luchar contra el irremediable ocaso del abrazo,

después de ofrecerte entero mi regazo acolchonado y blando,

después de esperar el repiquetear de suspiros intermitentes

decidí marcharme silenciosamente hasta un portal inexistente.

 Mientras tanto… cada instante lánguido, efímero y caprichoso

atrajo recuerdos seductores a mi inestable mente.

Mientras tanto… cada momento en que al tocarte nos glorificó

fue  fulminado en cada segundo entrante y delirante por la marcha.

Mientras tanto… el siguiente instante, me rodeaba de cánticos insipientes

y fantasmagóricas sombras de flores sin olores ni colores.

Mientras tanto… mi acongojado y desgarbado cuerpo era cargado por mi alma

entre abstractas amenazas del infalible tiempo aliado con la distancia.

Mientras tanto… continuaba mi dolorida marcha hacía el suplicio,

hacia el horizonte inestable, desvanecido en el tiempo sin futuro.

Mientras tanto… el universo transformose en verdugo

al saborear cada movimiento de nuestro encuentro furtivo en el recuerdo.

Mientras tanto… sigo recordando melancólica la figura

del ser amado que nuevamente emprende su camino

hacia el destino de la ausencia temporal de otra separación indeseable.

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