Del otro lado del río
sobre su manto de invierno
corre levemente la arboleda
y las aves se mecen ligeras,
Al ver como en su seno
arrulla suavemente los peces,
Me he orillado a contemplar
recuerdos que nunca olvido:
La sirena de mi mente.
El sonido natural.
El arcoíris que en la tarde
te corona al pensarte,
y entre nubes abundantes
veo tu rostro simular.
Basta velar por esperarte,
aunque no vendrás real,
para obsequiarte de mil rocas
de colores
que encontré…
y adornarte en el destello
de radiante luz solar
que gravita en el cristal.
Frescura de mi sol ardiente,
control en mi tempestad.
Estas del otro extremo.
¿Que más puedo desear?
Yo no pude darte océanos.
Te di mi Ulúa... por el mar.
- Autor: Ivan martinez ( Offline)
- Publicado: 11 de julio de 2012 a las 18:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 247
- Usuarios favoritos de este poema: JoseRaul
Comentarios3
Hermosas y sentidas letras, hermano del alma, un gusto siempre leerte. Gracias por compartir, tus sentires del alma.
Abrazo fraterno.
Es para mi inmenso gusto su presencia mi gran poeta y un gran placer su comentario para estos sencillos y humildes versos.
Precioso,
que bien da la naturaleza en el amor...
esencialmente poeisa, es preciso al sentir la presencia de la inspiracion, salir a suspirar bellos paisajes naturales que realmente florecen al verso.
muy lindo tu comentario
abrazos
Un buen poema que pude disfrutar amigo, un abrazo
Es maravillosa tu presencia en mis versos
un honor es para mi de comentario.
Abrazos poetisa adorable.
ivan
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