Sombras de luto, consignas sin nombre;
corre doliente la penumbra por los esteros,
caminos sin distancias, luces sin vida.
Se adentran los castillos de copas siniestras
están dislocadas sin delirios místicos.
Son caprichosos destinos, sin voz y sin ojos
ni miran, ni abrazan, ni suspiran, ni rezan,
no levantan solaces culpas ni penas,
son semánticas formas que lastran la vida.
Regocijan cimientes, fermentan dormidos
y entre castigos de vida se lanzan celosos.
Aprisionados los cuervos picotean la carne
alimentan sus cuerpos con sangre de hombre,
arremeten furiosos las semillas del odio
y caminan en aire, como entre nubes sin vientos.
Desafíos sin cuerdas, revoluciones amorfas,
delitos sin normas, cavernas de sellos
Las distancias no existen, se visten de negro
como si vívidas antorchas alumbraran senderos
¡Ay!, qué vida la vida, qué dolientes sentimientos
qué pasiones ladronas de voces y sueños.
CARLOS A. BADARACCO
15/7/12
(DERECHOS RESERVADOS)
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- Autor: CARLOS ALBERTO BADARACCO ( Offline)
- Publicado: 16 de julio de 2012 a las 19:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: zarita, Maria Hodunok., Trovador de Sueños ...y realidades., la negra rodriguez, Winda, Xiomiry
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