El bastón le decía a la mano:
¡"Ah,cómo me zarandeas"!;
y la mano le respondía:
¡"Eres tú el que me meneas"!
Y así,día tras día,
era la discusión;
hasta que llegose el día,
de la triste separación.
Entonces pensó el bastón,
en la temblorosa mano.
Y llorando en un rincón,
decía:¡"Cómo te extraño,mi hermano"!
Autor:Bernardo Arzate.
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 18 de julio de 2012 a las 02:39
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
Comentarios3
Me encantó.......no importa como estes mientras estes...un saludo
Gracias,Alejandro.Mi mas sincero saludo,tambien.
Un hermoso sentimiento. Letras hermosas. Las disfruté.
Abrazo sentido y fraterno.
ha bueno menos mal que hay sustento amigo buen poema un abrazo
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