Corridas de toros, la cual llaman fiesta, también llaman arte, pero no lo es.
La llamo tortura, la llamo barbarie, infamia que debe desaparecer.
SOY TORO DE LIDIA
Me encierran a oscuras antes del evento, veinte y cuatro horas llenas de pavor,
que al entrar al ruedo, me den desconcierto, me aterren los gritos del espectador.
Colgaron sacos de arena en mi cuello, golpearon testículos, riñones también,
el fín es llegase, muy débil al ruedo, sulfatos diarreicos me hicieron beber.
En vano yo trato de saltar barreras, el publico piensa ¡ que toro feroz !!
no quiero atacar, solo huir yo quiero, volver a mis prados, volver a pastar.
Recortan mis cuernos, para proteger, a quién con su espada me habrá de matar,
grasa en mis ojos, hace no vea bien, sustancia en mis patas, me causan ardor.
El ardor impídame quieto quedar, y el diestro resalte, mejor su actuación,
los ole,,, se escuchan con profunda unción, a nadie le importa mi intenso penar.
EL PICADOR
Si mi enojo hace, que con furia embista, el torero "ayuda" pide al picador,
que este me hunda una lanza injusta, y así me desangre, perdiendo furor.
Esta me destroza, trapecio, romboideo, transversos de cuello, mis vasos sanguíneos,
hace me desangre, se lesionen nervios, y el pueda lucirse, muestre su valor.
Un solo puyazo, podría destrozarme, con saña, con furia, total insanía,
por eso, en tres tiempos son ejecutados, y así mayor goce, tenga la afición.
BANDERILLEROS
Banderillas hacen la hemorragia siga, colocar se intenta en el mismo lugar,
producen desgarros, heridas internas, piel, músculos atacan, ganchos de metal.
Los ganchos se mueven dentro de la herida, son ocho centímetros de un agudo arpón,
de "castigo" llaman, quedo sometido, cuando ya e logrado evadir la lanza del picador.
No hay limite al numero de banderillazos, como tantos sean, seguirá el arpón,
prolongan desgarre, ahondamiento interno, banderilla y muleta, cumplen su función.
DEMOSTRANDO COBARDE VALOR
Perdida de sangre, profundas heridas, impiden levante, alce mi cabeza de forma normal,
es cuando el torero ya puede acercarse, mostrarse, lucirse, cual un pavo real.
Cuando llego al borde del agotamiento, el peligro deja ya de preocupar,
y después de un pase, correcto, perfecto, hecha fuera el pecho, se hace ovacionar.
Así voy cayendo en lastimero estado, el matador hace gala, de bravura y macho,
estoy ya muy débil, moribundo, exhausto, se escuchan los " oleé..." de celebración.
ESPADA O ESTOQUE
Espada de ochenta centímetros de acero, brillante, pulida me a de atravesar,
destrozará el hígado, pulmones, la pleura, quizás, la gran arteria, logrará alcanzar.
Si suerte tuviere, una sola estocada, tal vez, atraviese mi corazón,
en mi propia sangre, voy muriendo ahogado, heridos pulmones, y arteria mayor.
ESPADA DE DESCABELLO
Desesperado intento de sobrevivir, buscando la puerta, por la que al ruedo e entrado,
pero alli me atacan con el descabello, cortarán mi medula, me harán sucumbir.
PUNTILLA
Lapuntilla, secciona mi medula, vértebras que llaman, atlas y axis,
quedaré entonces ya paralizado, ahogado en mi sangre, tendré que morir.
EL ARRASTRE
Del cuello hacia abajo, perdí ya el control, del cuello hacia arriba, me mantengo intacto,
lo cual soy consiente de todo el horror, fuera del ruedo ya soy arrastrado,
con indiferencia hacia mi dolor.
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¿Alcanzas a ver la lágrima escurriendo? no seas partícipe de estos eventos,
no es humano, presenciar esas tradiciones, no van con el siglo XXI.
Reflexiona: "La conmiseración con los animales. Está íntimamente unida con la bondad de carácter,
de tal manera, que se puede afirmar de seguro, que quién es cruel con los animales,
no puede ser buena persona".
Schopenhauer.
Solo los sicópatas se gozan, tu no eres uno de ellos,
Reflexiona, renuncia.
Esta es una tradición, que no debe continuar.
Nicolás Ferreira.
Pido disculpas a quien o quienes les sustraje los datos.
Verán que mi relato fue escrito en primera persona pensando,
el probable lector, se ubicase o sintiese el protagonista,
de este macabro " hecho ”.
Dejo constancia, que jamás presencié una corrida de toros,
ni por todo el oro del mundo lo haría.
Lo por mi visto, a sido por televisión, suficiente para entender este horror.
- Autor: Nicolas Ferreira (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de julio de 2012 a las 00:03
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1017
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., [email protected], FELINA, DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios7
Excelente Don Nicolas, cuando le leí este relato que me hizo el honor de enseñar varios días atras.
ABrazitos
PD: Esperando y pidiendo que se siente mejor pronto.
Definitivamente, estoy de acuerdo contigo, la peor aberración humana que pueda existir.
Saludos
Buenísimo relato.Me impactó leerlo y lo comparto plenamente.Un saludo afectuoso.
Jamás he presenciado tal horror y carnicería, me padre era enemigo a muerte de las corridas, al principio de mi vida el me transmitió su sentir, con el correr de los años, no hizo falta nada mas, para rabia intensa tener con esa "fiesta taurina" como le dicen, su nombre -muerte con tortura y ensañamiento, para recrear, instintos de asesinos, en masa- Bien plasmadas tus letras, para incrementar las aversión que se siente por ese brutal hecho de muerte.
Abrazo fraterno, hermano del alma, esperando te recuperes pronto.... Feliz día y mejor mañana hoy y siempre.
Me llevaban de paseo,
creía que era a recreo,
me soltaron en una plaza
redonda como una taza.
Muchas personas habían,
de pronto salió un torero
con una capa sangría,
a estrenar mi embestida.
Yo lo miraba asustado,
pues estaba consternado,
no sabía por qué allí,
todos aplaudían.
Y empezó la faena,
sin sentir ninguna pena
banderillas me clavaban,
mientras en el palco exclamaban…
Torero…torero…torero…torero
Yo nervioso y angustiado
me quise defender,
no encontré rincón alguno
para poderme meter.
El palco estaba lleno
y gritaban por doquier…
Oleeeeeee oleeeee oleeee
Y sentí una furia profunda,
con las patas escarbaba,
dejando la arena impregnada,
con rastros escarlata
de la sangre que manaba,
al clavar las banderillas,
del lomo me brotaba.
De repente sentí
cómo el más fiero puñal
se enterraba dentro de mí,
por ser yo un animal
me clavaron la estocada,
mientras el público clamaba…
Oreja…oreja…oreja…oreja.
Celebraban la hazaña
con garbo y con cizaña,
yo en suelo yacía
con la mirada perdida,
ahogado en mi propia sangre,
pidiendo clemencia al cielo
por el mal que me hacían.
Yo no sé de qué están hechos
los miserables humanos,
que permiten estos hechos
y aplauden con sus manos,
la muerte de un inocente
que nunca les hizo daño.
Con sevicia incontrolable,
observan como se llena
el ruedo de pura sangre.
Sé que tengo que morir
porque es la ley de la vida.
¡No merezco una muerte así,
con maldad y con sevicia,
humillado ante un público
que celebra con risa,
mi cansancio, mi fatiga,
mi mísera agonía!
Felina
Me perdonan los que no estén de acuerdo con estas letras y les guste el toreo, pero a mí me repugna y siento una furia incontrolable, la misma que siente el toro cuando se ve acorralado, ultrajado y humillado, ante un público al acecho de ver correr la sangre. Vergüenza siento de saber que hay seres así.
Invito a todos los que estén de acuerdo conmigo, para que hagamos una campaña en contra de las corridas de toros y del vil asesinato de los pobres animales, fuere cual fuere.
NICOLAS, ME PONGO DE PIE Y TE APLAUDO POR ESTE EXCELENTE POEMA, ME ENCANTA QUE PÌENSES ASI, HAY QUE CREAR CONCIENCIA PARA QUE A LOS ANIMALES O LES HAGAN MALES.N...ESTE POEMA LO PUBLIQUÉ ESTE AÑO...RECIBE MIS ABRAZOS.
Aparte de una desverguenza humana,es sadismo en su estado mas puro,salvajadas tipo romanos modernos,gracias por esta denuncia amigo un abrazo
Como español me averguenzo de esta barbarie...Saludos
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