Un viento fuerte corre y se ven
las aguas turbulentas elevarse,
correr alocadas en el ancho río,
igual que el hombre
cuando no tiene paz,
cuando su mente está cerrada
y su intelecto acorralado
como un león enjaulado.
Siempre encerrado en sí mismo el hombre
muere de a poco,
cae bajo su misma trampa
la indomable indignidad.
CARLOS A. BADARACCO
24/7/12
(DERECHOS RESERVADOS)
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- Autor: CARLOS ALBERTO BADARACCO ( Offline)
- Publicado: 24 de julio de 2012 a las 00:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
- Usuarios favoritos de este poema: Winda, Alejandro O. de Leon Soto, Trovador de Sueños ...y realidades., [email protected], Maria Hodunok., elvira olivares, Hugo Emilio Ocanto
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