Juega el tiempo con mi memoria,
pero recuerdo su blanco marfil,
aquí descansaban nuestras almas,
inmóviles mientras giraba el mundo.
El uno al lado del otro,
su mano junto a la mía.
Figuras había muchas
en la cálida vitrina de cristal,
pero mi corazón sintió su magia,
brilló mi mundo cuando llegó.
El uno al lado del otro,
su corazón junto al mío.
Cristalino era su rostro,
su vestido bordado con las estrellas del firmamento,
sus ojos como soles todo lo iluminaban,
y mis caricias limpiaban el polvo de su tez.
El uno al lado del otro,
su pecho junto al mío.
Todavía la recuerdan mis arrugas,
mi medrosa barba clara nunca la olvidó,
mis ojos murieron el día que se la llevaron
y mi mundo vacío se quedó.
El uno al lado del otro,
sus lágrimas junto a las mías.
Jamás pude pensar que estaría tan solo,
que todo me sabría a ti,
que tus sonrisas volarían en mi cielo,
y que en eternos los suspiros se volverían.
El uno al lado del otro,
su sangre junto a la mía.
¡Mi alma está muy cansada!,
y mi mente anda por el fango del olvido,
cuando me vaya, a dios sólo le pido
que yo nunca olvide que sus labios besaron los míos.
- Autor: raulito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de octubre de 2009 a las 14:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
Comentarios1
La añoranza -terrible- de toda una vida compartida, de repente se trunca todo y pienso que será como si te arrancaran el alma, angustioso vacío...Un triste pero precioso poema, felicidades. Saludo. Aries
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