Llenos mis ojos de infausta tristeza,
ven en el espejo del tiempo: tu vida.
La angustia queda tenue, escondida,
anhelando de tu cuerpo: la tibieza.
Sin atadura, tu mano y la mía;
libres, semejan avecillas al viento.
Desean borrar el más cruel tormento.
Persiste en mi pecho: la melancolía.
Quisiera olvidar las aciagas penas,
revivir del ayer, alegres pensamientos.
Son palabras huecas en alas del tiempo,
esbozan que mi esperanza es vana.
Mil veces en frágil, callado silencio,
un roce de labios, clamo anhelante.
Mi sueño nocturno fiero, inquietante,
impregna un inane insomnio necio.
Hace distancia, tu cálido regazo;
siento gris ocaso estando en alba,
quedó muda mi alma en fría tumba,
añorando el entorno de tus brazos.
El perverso tiempo cura las heridas,
dispersa las cenizas de fugaz pasión.
Una saeta, un sangrante corazón,
evidencia fuego, sentimiento, vida.
- Autor: joblam (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de julio de 2012 a las 05:55
- Categoría: Triste
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: María de los Angeles Bastianelli, alicia perez hernandez, rosi12
Comentarios2
Si bien la tristeza envuelve tu poema, al leer el desgarrado último verso, trasmite esperanza, con resignación, pero al fin el seguir viviendo. Muy hermoso trabajo amigo poeta, buen domingo para tí
La vida continúa. Es un gran placer para mí recibir tus huellas. Agradezco el comentario. Saludos desde Venezuela.
versos tristes,
vestido de belleza con tu bella pluma y inspiración,
abrazos infinitos
Qué alegría tengo al recibirte en este rincón. Agradezco tu presencia. Saludos.
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