Te dí y te doy una rosa

Mujersita aun lo recuerdas

aquel dia de junio pasado

cuando solo caminando ibas

y llegue yo tan avergonzado

tan tierno regalo presentando

con la miraba baja y las manos estiradas.

Ese dia, tan inolvidable para mí

cuando miraste tan humilde mi presencia

no podiendo yo disipar mi sentir

solo lanzaste quella lijera risilla

y tomaste el presente de mí para tí.

Alze la mirada avergonzada

del joven que ofrece su primera flor

y tus ojos lanzaron una mirada

que hicieron en los mios

una lagrima de emoción.

Aceptaste mis obsequio tan humilde

con la mejor apreciación,

hablamos un minuto en bello silencio

para despues darnos ese primer abrazo

que recuerdo hasta el dia de hoy

y el beso que ofreces a tu primer amor

me dijo con el viento y luz,

la encontraste a merced de tu corazon soñador

desde ese dia no quize ser mas que tuyo

y tu mia con el favor de Dios.

Pasamos tanto y tan poco tiempo juntos

aprendi a leer tu corazón con tu ojos

y a amarte de la manera mejor

con esta alma inmortal

y el humano corazon

que mi señor me concedió

predestinado para ti en su creación,

aprendí a ver la vida contigo

de la mano como amantes y como amigos

ubiera aguantado hasta cien años

con tal que fueran contigo

luchando contral a vejez y el delirio

enamrandome cada vez mas

de tus ojos de angel en mi destino.

Tanto tiempo contigo pasado

que no concibo ahora que hacer despues de tí

hoy te traigo una rosa mujercita

igual a la primera que te ofrecí

y continuo con esta mirada baja

pero ya no por verguenza mí

sino para ponerla en tus blancas manos

ahora que nos debemos depedir.

Tu última rosa muchachita

quize poderte ofrecer

pues en tus manos ya nunca

lo podré volver a hacer

aceptala de tu tonto amante

del tipo que hacia llamarse tu novio

que para siempre tuyo ha de ser

de este hombre que besó un cadaver

pues sabe en el fondo que e su mujer.

Adios mi amada natural

adios para siempre a tu mirada de angel

que iluminaba mi existencia

con solo pensarle bien,

adios mi amada y cuida mi rosa

pues con ella te llevas mi felicidad,

mi vida y mi destino

que sin ti pronto acabara de soledad conmigo.

Llora en silencio, mi amada solitaria

que algún dia estaremos juntos

pero sin tiempo ni destino, solo juntos

en una eternidad interminable

donde pueda seguir amandote

de una manera tan perfecta

como la que aprendí cuando estabas conmigo

en la Tierra.