El estómago y el diente,
salieron a pasear un día;
tras una discusión ardiente,
su amistad se deshacía.
"¡No comeré dijo el diente,
al estómago enojado;
sin mi actividad moliente,
tu durar está contado!".
Y del dicho se fue al hecho,
el diente ya no molió;
mas fue el corazón del pecho
el primero que murió.
El diente en su egoismo,
nunca quiso pedonar;
pero se daño a si mismo,
al dejar de masticar.
Autor:Bernardo Arzate
- Autor: Bernardo Arzate Benítez ( Offline)
- Publicado: 31 de julio de 2012 a las 11:49
- Categoría: Humor
- Lecturas: 733
- Usuarios favoritos de este poema: Angst
Comentarios3
Jajaja, muy original querido amigo. Recibe mi saludo.
Originales y divertidos tus versos.Muy grato pasar por este tu espacio.Mi saludo para vos.
Muy cierto, esa actitud de diente abunda y es suicida. Sobre el tema ver correo.
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