La Bahía
La tarde de rubí abate
y la luna astada ya no duerme más
y allí sobre la costa del océano,
maravillado ante tu ser
entre este infinito naufrago del silencio,
las olas espumosas del mar cantan tu nombre
Y los suspiros del viento lo susurran.
Tengo tantos sueños dentro de sueños
tanto como las arenas doradas al lado de sus océanos,
los cristales de mi alma rebosan,
como las primeras estrellas centellas de la noche
y sus pesadas gotas se disuelven,
en ese profundo océano de melancolía.
¿Si tiro este clavel al mar
se compadecerán las olas de mí
Y te la llevaran las mareas hacia ti?
¿Seré jamás yo el caballero?
De tus sueños y tu deseos
Ah! Tu mi bella sirena
todavía en mis ojos una doncella,
de cabello oscuro como la noche
que abraza el crepúsculo de mis días.
Yo me paro en la bahía que brilla,
la playa que divide nuestras vidas en aquella orilla,
esperando y anhelando cada creciente día
el roce de esa piel lívida,
clara como la lustrosa luna resplandeciente
que se ve tan suave como el alba,
y esos labios de color corazón de hoguera ardiente,
como el rosáceo amanecer cerca a los mares,
que ciñen en medio de la tierra.
© 2009
- Autor: Ivan M. Urrego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2009 a las 14:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 132
- Usuarios favoritos de este poema: Antonia Ceada Acevedo
Comentarios3
Bello poema!,... te seguiré leyendo. Cálidos saludos
DESPUES DE LEERTE ME HE QUEDADO SALPICADITA DE SAL Y ESPUMA
Y CUANTO MÁS ADENTRADA EN LA PROFUNDIDAD DE TUS VERSOS MÁS LIBRE SOY.
ME HA ENCANTADO
BESOS
Es un poema muy bonito. Un abrazo. Ruben.
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