Niño de los ojos sedientos y anhelantes:
Tus labios inútilmente guardan los secretos que tu mirada revela.
Solo un segundo me bastó para encontrarme en tus ojos y perderme en ellos.
Se debilitaron mis murallas, se secó mi alma de deseo.
Quise tener el poder de descubrir tus secretos,
de perderme en tus ojos castaños,
de vagar en tu alma,
de empaparme de tus silencios,
y hundirme por siempre en tus amores
Aún puedo recordar tus ojos dudosos buscarme y tu mirada temblorosa,
en la que trasparentaste tu nobleza y tus miedos.
Silenciosas preguntas se pintaban de otoño en tus ojos.
Se enfermó mi alma de envidiar la nada al descubrír tu mirada perdida en ella.
Destilaba mi ser del deseo ferviente de develar los secretos que se plasmaban en tu rostro inquietante.
Siniestro destino que a duras penas logró cruzar mis pasos erráticos en tu camino
y que luego se encargó de perderte en sus senderos infinitos.
Niño de los ojos sedientos y anhelantes:
Quise ser un pensamiento en el cual pudieras perderte…
Quise ser otoño para pintarme en tus ojos…
Quise ser alegría para alojarme en tu sonrisa…
Quise ser noche para acompañar tus sueños…
Quise ser respuesta para disipar tus dudas…
Quise ser viento para llevarme tus miedos…
Quise que me arrastrara el tiempo y me olvidara a tu lado
- Autor: Annabella Amuy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de agosto de 2012 a las 11:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 108
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios1
Hermoso poema.....el cuerpo del mismo bellamente dibujado pero el final esta sensacional......felicitaciones......SALUDOS
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