Veo tu alma cansada hasta el hastío.
Caminas barriendo las calles con la mirada.
Has construido murallas y tu corazón se enferma de soledad.
Comenzaste a caminar sin rumbo,
empapada de esperanza,
con la mirada ajena al valor del tiempo,
perdida en tus sueños
y con la sonrisa viajando cabalgada en la ilusión.
Aún pensando en el,
Aún esperando que la vida, conmovida por tu coraje,
le hiciera tropezar en los parajes eternos de tus pasos errantes.
Aún harta de las dificultades,
no has permitido que tus pasos fueran guiados por el miserable conformismo.
Que has vuelto la mirada atrás,
pero que has tenido el valor de retomar tu decisión día a día.
El tiempo pasa,
los otoños deshojan los árboles y arrastran tus dolores.
Tus pies se llagan de esperas infinitas
y aún veo cómo tu alma vaga en la inercia de ese dolor que se vuelve costumbre.
Ella suspira y se llena de vacío, camina sin tropezar con las miradas;
viéndolo todo y aún así, sin poder ver nada.
- Autor: Annabella Amuy (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2012 a las 10:33
- Categoría: Triste
- Lecturas: 92
- Usuarios favoritos de este poema: JoseRaul
Comentarios2
ME encanta el enfoque hermoso que le das a la soledad, y sus consecuencias....SALUDOS
Excelente, este tipo de textos son los que necesitamos para darle vuelo al proyecto "por la unión, por la cultura" donde haremos llegar a personas con dificultad para estos accesos, letras que nunca han visto.
Gracias por tu participación. Revisa tu e-mail, si no lo has mandado, envíalo, lo necesitamos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.