La simiente.
Quiero pedirle a Dios,
que me deje llegar a la montaña,
a donde está el venero que da vida
y me deje beber de esa fuente,
para así satisfacer mi sed tan loca;
Y que al salir de ella,
se quede fecundada la simiente,
esa semilla de amor, que da vida,
y renazca en esa tierra prometida
la congénita estirpe de mi sangre.
Solo le pido a él,
que prodigue a esa tierra prometida,
la humedad y los nutrientes necesarios,
para que no sea estéril
y pueda renacer así la vida...
- Autor: ricj (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de agosto de 2012 a las 20:48
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Gloria Rivas
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