Madre que al dolor le puso nombre,
Madre que llamo amor al desgarre de su corazón,
La pequeña, la mujer pequeña de la mirada noble,
Que fue sublime ante el mundo y su razón…
Grandiosa doncella de los cielos,
Tienes al espíritu de Dios entre tu velo,
Eres luz del camino oscuro,
Consoladoras de las madres sin refugio.
Hermosa María, inmensa es tu celeste presencia,
En tu alma, se encuentra la fe en su esencia,
María, humilde bendición,
María, Grandiosa decisión.
- Autor: Robinson Alaña. Estudiador del Arte Escrito (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de agosto de 2012 a las 15:20
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema dedicado a la virgen María, inspiradora de mi fe.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: jorgeluisotero
Comentarios2
BUENAS LETRAS Y GRAN FE QUERIDO AMIGO, GRACIAS POR COMPARTIR, QUE DIOS TE BENDIGA, UN GRAN ABRAZO ECO DEL ALMA
Hermoso y significante poema, muy intenso y su contenido especial. me gusto pasar. lo guardo y te dejo mis saludos.
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